19/Jun/05

Revista Axxón Axxón en facebook Lectores de Axxón en facebook

Sociedad: niños africanos, rehenes de sacrificios rituales en Londres

Lo ha asegurado Scotland Yard. Los chicos son comprados por us$ 20 en sus países de origen. Los creen "poseídos". Y sufren abusos aberrantes que suelen terminar en la muerte.

(ANSA, Clarín) El argumento de la historia es espeluznante, y no es ficción. Una investigación de Scotland Yard que filtró la BBC británica en estos días da cuenta de que cientos de niños africanos son llevados a Gran Bretaña, en donde son asesinados dentro de rituales satánicos de algunos grupos fundamentalistas cristianos.

La policía reveló que con sus muertes, los fanáticos creen liberarse de maldiciones. Algunas creencias depositan en niños pequeños y no circuncidados la posibilidad de liberarse de determinados "hechizos". Los niños, que son comprados por no más de 20 dólares en sus países de origen, son luego los protagonistas de ritos horribles en los que se los termina castigando, torturando y asesinando de la manera más salvaje, ya que se los considera "poseídos" por el mal.

El informe aclara que muchas veces los niños son sometidos a esclavitud sexual o doméstica. Otro de los trágicos destinos es que a veces son utilizados por hombres mayores infectados con sida que creen que es posible despojarse de la enfermedad y quedar "limpios" teniendo sexo con varones menores.

Las alarmas se despertaron unos años atrás, más exactamente en febrero de 2000, luego de la muerte de Victoria Climbie —nacida en Costa de Marfil— a manos de su madre y el novio de ésta, por considerar que la niña estaba "poseída".

Lo siniestro tocó su techo un año después, cuando la policía descubrió el torso de un niño negro de 4 años, flotando en el Támesis. Luego de realizarle los estudios de ADN, llegaron a la conclusión de que el chico —los investigadores lo llamaban Adán— había sido víctima de un sacrificio ritual, con posterior desmembramiento. También se detectó que el chico había sido obligado a comer piedras, huesos y piezas de oro antes de morir.

La nueva investigación ve la luz un mes después de que la policía informara sobre la desaparición de 300 niños de origen africano —podrían ser más—, principalmente en la zona de Londres.

La semana pasada, Sita Kisanga, de 35 años, fue condenada a cadena perpetua por la Corte de Londres luego de considerarla culpable por abusos y torturas a una niña de 8 años originaria de Angola y a quien la mujer consideraba una "bruja".

La historia de la niña, que hoy tiene 10 años, roza el terror. Llegó a Londres luego de la muerte de sus padres, acompañada por una tía que se declaró su madre cuando pidió asilo. La condenada Kisanga y su hermano Sebastian Pinto asistieron a la tía de la huérfana en las sesiones de tortura a la niña "poseída", descubierta por las autoridades casi muerta de frío y hambre en el hueco de la escalera de un edificio de Hackney.

Kisanga era miembro activo de la Iglesia del Combate Espiritual de Dalston, al este de Londres. En el resto de la capital británica hay unas 300 iglesias de este tipo, apoyadas por comunidades originarias de países del oeste de Africa. Estas comunidades creen en ciertas formas de exorcismo, como castigo para los "endemoniados".

La niña de Angola sufrió durante meses cortes, golpes con cinturón y zapatos "stiletto" (de taco alto y finito). Los cortes eran hechos con perversa armonía: los forenses determinaron que los había agrupados en idéntica forma de a dos y de a tres cortes en la zona del abdomen. Según testimonió la niña, una vez, semidesnuda, sus torturadores la metieron dentro de la bolsa de la ropa sucia y la amenazaron con tirarla al río.

Se cree que entre el caso de Victoria Climbie (2002) y la actualidad hubo al menos una treintena de episodios de crueldad semejante, que alteran cualquier razonamiento en materia de derechos humanos.

Sin embargo, hay especialistas que sugieren que la información está teñida de racismo, y que no hay objetividad en su tratamiento. Eso piensa William Les Henry, profesor de Sociología en el Goldsmith's College. "El modelo en el que se basan los investigadores —dijo— es la idea de que los africanos son menos civilizados y racionales", y por eso pidió a la población "no caer en falsos juicios" que pueden "llevar al racismo y a la xenofobia".