01/Sep/05!f>
|
Revista Axxón
Axxón en facebook
Lectores de Axxón en facebook
|
|
Biólogos crean nuevas formas de vida, molécula por molécula
!t>
Los llaman "biólogos sintéticos" y se atribuyen audazmente la habilidad de producir organismos vivientes nunca vistos antes, de una molécula genética por vez.
(Univisión) Esos especialistas mezclan, equiparan y
adosan componentes químicos de ADN como si fuesen las piezas de un mecano microscópico, en su esfuerzo por producir computadoras, medicamentos y
fuentes energéticas de energía, todos ellos en base a la biología.
El campo se expande rápidamente y confunde el sistema centenario de los taxonomistas de clasificar las especies, y a la vez plantea preocupaciones sobre el
posible uso impropio de la nueva tecnología.
Aunque los científicos han combinado el material genético de dos especies desde hace 30 años, su obra ha sido relativamente simplista.
Los científicos podrían añadir un gen ajeno a un organismo para producir una droga como la insulina. La técnica es más arte que ciencia dada la enorme
cantidad de pruebas que requiere crear células productoras de drogas.
Por eso, una nueva generación de biólogos intenta imponer orden en el caos de la ingeniería genética aplicando a la biotecnología las mismas estrategias de
ingeniería utilizadas para construir computadoras, puentes y edificios.
La idea consiste en separar las células en sus componentes fundamentales y luego reconstruir organismos nuevos, un modo mucho más complejo de ingeniería
genética.
El movimiento floreciente atrae fuertes sumas en inversiones y algunos de los principales nombres en la biología, muchos de los cuales asistieron a mediados de
agosto a un "Simposio sobre Bioingeniería" en San Francisco.
"La biología sintética es la ingeniería genética revisada", dijo el investigador George Church, del Centro Médico de Harvard, figura prominente en la
especialidad. "Desafía la noción de lo que es natural y lo que es sintético".
Los biólogos sintéticos ya han creado un virus del polio y otro virus más pequeño adosando genes individuales comprados a compañías de biotecnología.
Ahora los investigadores están más cerca de crear organismos vivientes más complejos con verdadera utilidad.
En Israel, un grupo de científicos ha producido la computadora más pequeña del mundo manipulando el ADN para que desempeñe funciones matemáticas.
J. Craig Venter, el científico empresario que trazó el mapa del genoma humano, anunció el mes pasado que se propone coordinar genes para crear de la nada
nuevos organismos que puedan producir combustibles alternativos como hidrógeno y etanol.
Con una subvención de 42,6 millones de dólares proveniente de la Fundación Bill y Melinda Gates, investigadores de Berkeley están creando una nueva droga
para la malaria eliminando material genético de la bacteria E. coli y reemplazándolo con genes del ajenjo y la levadura.
"Estamos construyendo partes que pueden ensamblarse en dispositivos que a su vez pueden organizarse en sistemas", explicó Jay Keasling, titular del
departamento de biología sintética del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, creado el año pasado.
Keasling, que también es profesor de ingeniería química en la Universidad de California en Berkeley, espera crear moléculas vivientes inéditas fusionando genes
de las tres especies: una nueva cepa de bacteria capaz de excretar la sustancia química artemisina, que combate la malaria y que sólo se halla actualmente en
vestigios ínfimos en la planta del ajenjo.
Durante más de 2.000 años, se ha extraído artemisinina de ajenjo finamente molido como tratamiento para una variedad de dolencias, pero el método es
costoso, lento y limitado por el acceso al ajenjo, hallado principalmente en China y Vietnam.
Keasling tiene un proyecto similar para crear un compuesto hallado en los árboles de Samoa y que parece promisorio para combatir el sida.
Dichos esfuerzos están atrayendo algo más que fondos.
Un grupo de capitalistas encabezado por Vinod Khosla, de la empresa Perkins, Caufield & Byers con sede en Menlo Park, invirtió 13 millones de dólares en
Codon Devices de Cambridge, Massachusetts, que fue cofundada por Keasling y Church. Keasling también fue cofundador de Amyris Biotechnologies de
Emeryville para construir microbios que producirán una serie de fármacos nuevos o inusuales.
Venter, mientras tanto, ha lanzado el laboratorio Synthetic Genomics Inc. junto con Hamilton Smith, laureado con el Premio Nóbel, y competirá con Condon y
otros establecimientos nuevos para comercializar la tecnología.
Pero el éxito conlleva cuestiones éticas.
Por ejemplo, expertos en seguridad nacional y aun los mismos biólogos sintéticos se preocupan de que algunos científicos deshonestos o "biointrusos" puedan
crear nuevas armas biológicas, como virus mortíferos que carezcan de enemigos naturales.
También se inquietan con la posibilidad de errores inocentes: organismos que puedan crear caos si se les permitiese reproducirse fuera del laboratorio.
"Por cierto la biología sintética tiene muchas implicaciones para la seguridad nacional", dijo Gigi Kwik Gronvall, del equipo de investigación en el Centro de
Bioseguridad de la Universidad de Pittsburgh.
Los investigadores están buscando los medios de autoprotección de la especialidad después que se desarrolle. Una solución podría ser requerir que las pocas
compañías que venden material genético se registren en alguna entidad oficial e informen sobre los biólogos que ordenen cepas de ADN con potencial bélico.
La Fundación Arthur P. Sloan Foundation otorgó en junio al Instituto Venter, el Instituto de Tecnología de Massachusetts y el Centro para Estudios Estratégicos
e Internacionales una subvención de 570.000 dólares para estudiar las repercusiones sociales de la nueva especialidad.
"Hay una cantidad de cuestiones ecológicas", dijo Laurie Zoloth, profesora de bioética en la Northwestern University. "La biología sintética es como el hierro:
con ella se pueden fabricar agujas de coser o lanzas. Por supuesto, va a haber un uso dual".
!c>
Más información:
Lawrence Berkeley lab
Church's lab
Venter Institute
La radiación espacial habría influido en cómo se compone la vida terrestre
¿Comenzó la vida en el hielo?
La lucha entre burbujas puede haber iniciado la evolución