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Opiniones sobre la locura en la literatura
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Human Traces (Rastros Humanos) la última novela del escritor inglés Sebastián Faulks, deja a un lado sus temas recurrentes, el amor y la guerra, para
explorar la esquizofrenia o locura, como se le llamaba entonces a finales de la época victoriana.
(BBC Mundo) - La obra sigue la vida de dos amigos psiquiatras en una época en las que los científicos apenas empezaban a conocer la mente humana.
Los críticos literarios ya han descrito la novela como la obra más ambiciosa de Faulks, destacando el enorme esfuerzo investigativo que debió hacer para escribir
el libro de 600 páginas. También concluyen que puede convertirse en un éxito de ventas, como sus anteriores novelas, Charlotte Gray y Birdsong.
Faulks reconoció que se trata de "un gran proyecto". "Mi objetivo como novelista al examinar estos temas, es ver qué nos pueden decir sobre la humanidad y
sobre el modo en que nuestras mentes funcionan en la salud y en la enfermedad", explicó el autor.
La mente humana
Pero el libro no es en absoluto el primero en abordar una cuestión tan compleja.
Ya en los tiempos de William Shakespeare el tema se trataba con relativa frecuencia, y hasta varios de los personajes más famosos del escritor, como el Rey
Lear y Lady Macbeth, llegaron a la locura a través del dolor o la ambición. "La gente siempre ha estado interesada (en este tema)", dijo B.J. Sokol, catedrático
de literatura inglesa en el Goldsmith College de Londres. "Creo que los extremos pueden ilustrar lo más corriente. Pueden iluminar un libro, y los escritores lo
saben", explicó Sokol.
Michele Roberts, novelista y jueza de un premio de literatura sobre salud mental, dijo que lo que han cambiado son las etiquetas que se utilizan para referirse a
las enfermedades mentales. "Creo que los escritores siempre han estado interesados en el funcionamiento de la mente. Hasta cierto punto, cualquier escritor
decente tiene que mirar a su interior". "Lo que pasa es que hace 100 años no teníamos términos como problemas de salud mental", explicó Roberts. "En su lugar,
los escritores exploraban la tristeza y el dolor y cómo los humanos los soportan".
Según Roberts, con el tiempo los novelistas han comenzado a estudiar áreas particulares de la salud mental, como por ejemplo el autismo, tratado en el libro
El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon. "Creo que refleja los cambios de la sociedad", dijo. "Muchas mujeres están criando niños
con autismo, así que no me sorprende que los novelistas escriban sobre eso".
Derribando estereotipos
Sin embargo, Roberts, quien además es profesora de composición creativa en la Universidad de East Anglia, puntualizó que son precisamente algunos de los
libros menos conocidos los que conforman los mejores ejemplos de escritura sobre problemas de salud mental.
Cita la novela Only Human (Sólo Humano) de la londinense Susie Boyt, que describe la vida de un consejero matrimonial, así como la obra semi
autobiográfica Yellow Wallpaper (Papel de Pared Amarillo), publicada en 1899 por la estadounidense Charlotte Perkins Gilman y que describe el
ataque de nervios que sufre una mujer casada.
La representación detallada de este tipo de enfermedades es esencial si es que la sociedad quiere ir más allá de los estereotipos que ofrecen las series televisivas.
"La literatura puede tener un impacto enorme. Las novelas de Sebastian Faulks han vendido millones (de ejemplares) así que se puede imaginar el impacto que
podrían tener", dijo Paul Corry, de la ONG para salud mental Rethink. "Ciertamente parece haber hecho una buena investigación. Conversó bastante con una
mujer con esquizofrenia con la que lo pusimos en contacto. Creo que todo eso se refleja en el libro", reveló.
"En arte, al retratar a enfermos con problemas mentales es muy fácil caer en el estereotipo -especialmente en el caso de la esquizofrenia- de que son peligrosos y
violentos". "Pero eso ignora la complejidad de la enfermedad", añadió.
Malos ejemplos
Según Corry, una novela que a menudo se pone como ejemplo de la pobreza con que algunos autores abordan el tema es American Psycho, de Bret
Easton Ellis, una historia en la que un ejecutivo de Wall Street inicia una matanza indiscriminada.
Pero no sólo son libros recientes los que han dado una idea poco acertada de los problemas mentales. Marjorie Wallace, de la organización Sane, dijo que
algunos de los grandes escritores de la historia han tenido dificultades. "Si se mira a los más famosos escritores ingleses, muchos de ellos han tratado el tema y
fracasaron. Charles Dickens, Charlote Bronte y Shakespeare tuvieron caracteres con problemas mentales, pero nunca explicaron por qué".
"En Jane Eyre, por ejemplo. Es claro que la señora Roche está loca, pero Bronte nunca se preocupa por profundizar un poco y contarnos por qué ella es
así".
Wallace dice que quizás el libro que más ha perjudicado la comprensión de los problemas mentales es El extraño caso del doctor Jekyll y mister Hyde,
de Robert Louis Stevenson. "Realmente hizo que mucha gente se confundiera sobre el tema. Y lo sigue haciendo. La idea de que alguien puede cambiar su
personalidad de manera deliberada ha hecho que mucha gente piense que los afectados son culpables. Ha sido muy dañino", asegura.
Wallace considera que los poetas han tenido mejores resultados cuando describen enfermedades mentales. El ejemplo más obvio dice es el de la poetisa Silvia
Plath.
Sin embargo, su mejor descripción del tema no es en su poesía, sino en su novela La campana de cristal. Plath sufría de depresión severa y se suicidó.
"Escritores como William Blake y Lord Byron también escribieron acerca de las emociones, de la depresión. Creo que la poesía se presta más para tocar esta
clase de temas", concluye Wallace.
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