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Nuevo Drácula sustituye a "El codigo Da Vinci"
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La historiadora, de Elizabeth Kostova, arrasa en el mercado editorial más grande del mundo desde el primer día de su puesta en librerías
(Proceso) - La escritora recibió un anticipo de 2 millones de dólares y ya tenía firmado el contrato para la película por otra cantidad similar, aun antes de
que fuera impreso. Las historias de la Edad Media siguen dominando, desde las editoriales, la oferta voraz para un público ávido de refugiarse en el pasado.
¿Cómo se hace un best-seller? La fórmula pertenece a pocas personas como Elizabeth Kostova, autora de la nueva sensación editorial en Estados Unidos y
Europa, titulada La historiadora, un libro que aborda el mito de Drácula a través del tiempo.
Traducida a 30 idiomas desde su lanzamiento, la escritora estadounidense recibió un anticipo de 2 millones de dólares de la editorial Little, Brown & Company, a
las 48 horas de ofrecer "el producto" en una subasta editorial.
El mercado voraz e implacable en el que se ha convertido la industria del libro logró, a base de una gran campaña publicitaria, que el mismo día del lanzamiento
La historiadora vendiera más ejemplares que El código Da Vinci en el mismo lapso.
En ocho semanas, la nueva novela superó al libro "superventas" de Dan Brown en Estados Unidos:
"No me importaría nada que el nuevo libro rebase a El código Da Vinci en ventas, sobre todo porque nosotros tenemos los derechos al español de las
dos novelas", dice visiblemente entusiasmado el mexicano Joaquín Sabaté, director de Editorial Umbriel.
Antes de aparecer en librerías, el libro ya había sido comprado por Sony Pictures para realizar la versión cinematográfica que se estrenará en 2006. La
multinacional compró los derechos de la novela por 2 millones de dólares, misma cifra que pagó la editorial:
"En el sector editorial vivimos en un mundo de absoluta locura. Hemos hecho una primera tirada en español de 200 mil ejemplares, pero estamos ya preparando
las máquinas para sacar otra tirada de otros 200 mil. La demanda es altísima", estima Sabaté.
Señor Vlad
¿Qué pasaría si el legendario vampiro Drácula siguiera vivo? La pregunta fue el motor de Kostova para iniciar la novela ambientada en tres épocas del siglo XX
que recorren los treinta, cincuenta y setenta. La historia hunde sus raíces en la Edad Media y se aproxima a un misterio que había aterrorizado incluso a los
poderosos sultanes otomanos, y que actualmente aún hace temer a los campesinos de la Europa del Este.
La historiadora empieza con un narrador anónimo, la hija de 16 años de un diplomático radicado en Amsterdam, que al abrir los libros del Kama Sutra y otro se
encuentra las cartas amarillas escritas por Paul, su padre, quien fue profesor universitario. Las misivas siempre están encabezadas con la misma frase: "A mi
querido e infortunado amigo".
Cuando la adolescente interroga a su padre sobre el misterioso contenido de las cartas, Paul comienza a revelar la historia de su vida. Hasta entonces, Paul había
sido incapaz de contarle a su hija la verdad sobre la obsesión que ha guiado su existencia: encontrar los restos de Vlad, El Empalador.
La hija descubre una historia que comenzó con la extraña desaparición del mentor de Paul, el profesor Bartholomew Rossi, un historiador que se esfumó
misteriosamente durante su investigación sobre Drácula.
Paul emprende un viaje a Europa tras las huellas de su querido maestro y recorre antiguas bibliotecas en Estambul; monasterios en ruinas en Rumania; remotas
aldeas en Bulgaria; escenarios en Holanda y Turquía; pero nada. Cuanto más se acercaba a Bartholomew Rossi, más se aproximaba a un misterio, que
evidentemente desvela al final de la novela de 700 páginas.
"Es un misterio que ha dejado un rastro sangriento en manuscritos, viejos libros y canciones susurradas al oído. Para Paul y su hija llegar al final de la búsqueda
puede significar un destino mucho peor que la muerte. Porque a cada paso que dan se convencen más de que él les está esperando. Y en sus corazones retumba
una pregunta angustiosa... ¿Es posible que la tumba de Vlad El Empalador esconda algo más que el cuerpo de un asesino legendario?", advierte el anuncio de la
novela.
Kostova, de 40 años, ha dicho que quería retratar a un Drácula más humano:
"Un Drácula como cualquier mortal, porque fue una personal real y no el Drácula de ficción de Bram Stoker."
La autora se basa en la historia de Vlad Tepes. Conocido como Drácula, nació en Rumania (1428-1476). Hijo de Vlad Dracul (caballero de la Orden del
Dragón-1431) y nieto de Mircea el Grande, soberano de Valaquia (1368-1418). Vlad fue uno de los príncipes rumanos que por su personalidad llamó la
atención y ocasionó el interés de sus contemporáneos.
Para algunos incluso Vlad fue un defensor de la independencia de su país y del cristianismo, mientras que para otros fue un criminal que torturaba, atormentaba y
mataba para satisfacer su obsesión patológica:
"Todavía hoy, para muchos rumanos, es una figura heroica que frenó el avance del imperio otomano, aunque nadie puede negar que fuera un sádico", dijo
Elizabeth Kostova en su gira por Londres.
Fue uno de los tres hijos legítimos de Vlad El Diablo, príncipe de Valaquia (antiguo principado danubiano que integró con Moldavia el reino de Rumania).
Actualmente ambos lugares constituyen dos regiones geográficas: la Mutenia, situada al este del río Olt, y la Oltenia, al oeste.
Aunque en la historia de Vlad no hay nada seguro, se estima que nació en 1428 en Sighisoara, Transilvania, situada en la región de Brasov y fundada en 1280.
Actualmente se conserva la mansión donde residía, conocida como Bran Castle. Reinó como príncipe de Valaquia en 1448; de 1456 a 1462, y finalmente en
1476, año de su muerte. Lo llamaban también Tepes (empalador) ya que ese método de asesinar era la pena capital que más aplicó durante su gobierno.
En la novela, la hija del diplomático va buscando en diferentes épocas la verdadera tumba de Vlad y encuentra una serie de libros con el símbolo de un dragón,
que Kostova eligió como imagen para su libro.
"Quise escribir una historia de aventuras en la que los héroes no fueran Indiana Jones, sino estudiosos, bibliotecarios, archivistas y por supuesto historiadores",
dijo la autora.
Kostova dedica la novela a su padre, quien fue la primera persona que comenzó a contarle historias sobre Drácula cuando era niña y se mudaron a Eslovenia por
un traslado.
"En realidad este es un libro sobre viajes. Drácula siempre ha estado asociado a viajes y lugares preciosos. Mi padre nos llevó a viajar al este y oeste de Europa
y durante el camino él siempre me contaba historias simpáticas sobre Drácula. Yo amaba esas historias", explicó.
Y también:
"Empecé escribiendo una novela sobre Drácula pero poco a poco descubrí que también estaba escribiendo una historia de amor a través del telón de acero, una
historia sobre una joven mujer que ha sido educada en un ambiente muy intelectual y muy sobreprotector."
Kostova invirtió 10 años de su vida en la investigación y escritura de la novela. Nacida en New London, Connecticut, se crió en Estados Unidos, se graduó en
Yale, tiene una maestría por la Universidad de Michigan donde ganó el Premio Hopwood a la mejor novela; luego se fue a Bulgaria a donde llegó siete días
antes del golpe de Estado que derrocó al dictador Todor Zhivkow:
"Fue una época increíble", recordó al comentar que allí conoció a su actual marido Georgi, un informático búlgaro que actualmente trabaja en la misma
universidad que ella.
El misterio
Conocida ya como "la cronista del vampiro", Kostova prepara su gira promocional por América Latina. En noviembre visitará México:
"En España estará el mes próximo y de aquí se irá a México. Ella es muy profesional y está totalmente convencida en que tiene que volcarse en la promoción.
Sabe que es la única forma de tener un lugar en este Olimpo de los escritores internacionales y famosos", dice Sabaté.
La obra en inglés se llama The historian, pero el editor explica que en español quisieron elegir el titulo femenino, pensando en la siguiente historia:
"Hemos querido pensar que se trata de la historiadora, si nos referíamos a la protagonista más joven, porque en la mente de Elizabeth Kostova podría haber una
segunda parte. Nunca se sabe. Vemos una continuidad."
¿Cómo explica el éxito de una novela sobre un tema tan antiguo y hasta cierto punto un tanto trillado?
El libro en sí es una novela muy bien hecha. Elizabeth Kostova ha estado 10 años investigando y urdiendo la trama para crear una historia en la que se mezcla
ficción, historia e investigación. El libro nos da una visión totalmente diferente de lo que ha sido la leyenda de Drácula.
El imaginario colectivo guarda la historia de Vlad con base en la obra del irlandés Bram Stroker...
Eso era hasta antes de esta novela. La visión de Kostova sobre Drácula es más realista, más humana, unida a la forma que ha tenido ella de ligar la novela a otras
cosas. El libro tiene mucha carga histórica, mucho movimiento, mucho flash-back; personajes que desarrollan acciones en diferentes lugares. Es muy parecida a
la formula ideada por Dan Brown.
Añade:
"La historiadora es el libro que hace el relevo a El código Da Vinci. En Estados Unidos, España y Latinoamérica se está generando un interés impresionante. Tal
vez a eso se debe que ha desbancado a la novela de Dan Brown en muy poco tiempo."
¿Cómo logró eso?
El libro venía cargado de una buena promoción. En Estados Unidos lo han sabido hacer muy bien porque ha habido mucha inversión en publicidad. El anticipo
de dos millones fue muy alto para ser la primera obra de una autora novel.
Sabaté asegura que durante los pasados dos meses se ha creado un "clima bestselleriano":
"Y eso ha creado una expectación en España y Latinoamérica. Hemos transmitido a todos que se trata de una gran apuesta literaria."
El código Da Vinci tiene muchas cosas, pero se le critica precisamente su falta de literatura...
Esta novela tiene más carga literaria que El código Da Vinci y tiene todos esos maravillosos aspectos para convertirse en un best-seller absoluto.
¿Cómo es que han conseguido las dos obras?
Cuando nosotros conseguimos El código Da Vinci era un hot-book de la Feria de Frankfurt, pero que por los temas que tocaba los editores tenían cierto
pudor a la hora de acercarse y hacer apuestas editoriales. Nosotros lo vimos como una gran oportunidad. Hicimos la apuesta, que fueron 15 mil euros, una cifra
bastante ridícula, pero a fin de cuentas se ha convertido en un éxito sin precedentes. Rápidamente nos hicimos con los derechos del resto de las obras de Dan
Brown. Y por La historiadora hemos pagado el mayor anticipo de nuestra historia.
¿Cuánto?
150 mil euros. Es una apuesta muy importante porque estamos hablando de la primera obra de un escritor desconocido.
¿Todo este mercado frenético comercial, no opaca el sentido literario de las obras?
Totalmente de acuerdo. Cada vez se editan más y más libros. La cantidad de novedades que hay semanales es impresionante. Las librerías no se dan abasto con
este gran volumen de producción. Entonces hoy en día o te la juegas un poco más en hacer una apuesta en firme, es decir, gastar dinero en promoción,
publicidad, en los libreros o realmente vas a dejar tu libro en una vorágine que va a ser complicado que resalte de por sí.
Explica:
"Yo también soy antigrandes inversiones para sacar una obra que ya de por sí merece estar en lugares preferentes y listas de best-seller, pero las reglas del
mercado no las marca uno, sino vienen marcadas por la tónica general del resto de las editoriales. Aquí no tenemos más remedio que acatar las reglas que son y
jugarlas lo mejor posible e intentar sacar el mejor provecho.
¿Cuál es la fórmula para hacer un best-seller?
Si hubiese una fórmula de best-seller que se pudiese escribir y decir la blindaría (risas). Fórmulas mágicas no existen. Todo está basado en el esfuerzo, el día a
día, la confianza en el producto, que se tengan con los agentes que interactúan en el mercado. Y sobre todo la comunicación con los libreros, que al fin de
cuentas harán la labor con el lector. A veces te equivocas y no se ve, y otras veces aciertas.
¿La novela tiene toques autobiográficos?
Es como El código Da Vinci, la novela te deja eso a tu elección. Kostova mezcla ficción, pero cuando el lector indaga en la vida del autor se da cuenta que
puede haber parte autobiográfica en todo el libro. No me imagino a Elizabeth Kostova paseando por Europa con su padre buscando la verdadera tumba de
Drácula, pero hay una parte muy importante de investigación que nos está desvelando una imagen completamente diferente de lo que ha sido un mito.
Añade:
"Es una obra muy trabajada, que recrea mucho los escenarios. Al estar situada en la época de la Guerra Fría te relata determinados paisajes de Europa que con
toda seguridad han cambiado. Todo el mapa de aquella Europa ha cambiado por completo. Hay países que ya ni existen. Te da una visión de lo que eran esos
lugares en aquel momento. Contempla una especie de viaje. Es un libro que se va a convertir en ruta para determinadas personas que van a esos lugares. Tiene
mucho interés.
"Hay que leerlo con mucho cariño, el lector se va entretener muchísimo, va a tener una visión totalmente novedosa de lo que es Drácula, con un alto componente
detrás. Es ficción, pero con un trabajo bien hecho que avala la historia. ¿Un Drácula más humano? Más bien, un Drácula diferente, que puede echar por tierra el
mito y puede darnos una nueva visión de la noche, y tener más cuidado cuando veamos las sombras, observar de forma diferente a la gente que va por la calle,
porque podemos encontrarnos con presuntos Dráculas viviendo entre nosotros."
Sabaté considera que el "fenómeno Da Vinci" ha cambiado el ritmo del mercado editorial:
"A partir del gran éxito de Dan Brown me gustaría entender que todos los escritores tienden a desbancar a un fenómeno de masas como ha sido El código Da
Vinci, porque eso les obliga a todos a hacer unas obras mucho más pulidas, cuidadas y mejor trabajadas. Eso va ligado a qué editor tome tu libro, al trabajo que
hay detrás, a cómo lo tomen los medios de comunicación. Hay toda una serie de elementos que también ayudan mucho a que el libro pueda posesionarse en un
lugar destacado."
El editor considera que La historiadora será la obra definitiva sobre Vlad El Empalador:
"Será muy complicado que haya otra obra que dé una visión tan rigurosa de lo que ha supuesto el mito, sino la persona en sí. Drácula es una persona que existió
en su día y tuvo una lucha constante con los otomanos y hablamos de una persona que tuvo que emprender una serie de acciones para defender un territorio. Es
una visión más histórica. Puede haber otras, pero el Drácula que van a encontrar en la obra de Elizabeth Kostova tiene mucho más sentido."
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