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El futuro de las sondas espaciales
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(Sondas Espaciales) - Algunos ingenieros espaciales piensan que las naves pequeñas podrían jugar un gran papel en la exploración planetaria. Los
satélites pequeños actuales, con un peso alrededor de unos pocos cientos de kilogramos, están confinados a la órbita terrestre donde realizan misiones de
observación remota, operaciones científicas y como modelo de pruebas y comunicaciones.
Sin embargo algunos piensan que las misiones interplanetarias podrían usar estos pequeños satélites para la exploración planetaria. La Agencia Europea ESA,
por ejemplo, está pensando en enviar a Venus una misión de bajo coste formada por múltiples naves pequeñas que incluirían un pequeño globo meteorológico.
La Agencia de la India ISRO está construyendo un pequeño nanosatelite para estudiar la gravedad lunar y que volará a cuestas del Chandrayan-1.
La compañía británica Surrey Satellite Technology ha realizado un estudio para la ESA de una misión con dos orbitadores de Venus llenos de instrumentos
miniaturizados y un aerobot que atravesaría la corrosiva atmósfera venusiana.
El aerobot sería un contenedor de instrumentos suspendidos por un globo que pesaría 90 kilogramos e iría en uno de los orbitadores, que sería un repetidor de
datos en órbita altamente elíptica. El aerobot flotaría a unos 55 kilómetros del suelo y daría vueltas al planeta durante unos 15 a 25 días.
El otro orbitador llevaría también instrumentos miniaturizados y volaría el planeta a baja altura para realizar un estudio global del planeta. Estos dos orbitadores
serían pequeñas misiones con unos cientos de kilogramos de peso, muy poco en comparación con los 2.200 de la recién lanzada MRO de la NASA y que
necesitó un Atlas 5.
Ambos orbitadores podrían ser lanzados en un cohete ruso Soyuz con una etapa superior, todo con un coste de una décima parte de lo que costó la misión
Cassini-Huygens de la NASA-ESA a Saturno.
La propuesta de Venus Entry Probe es solo una de media docena de misiones que tiene en mente la ESA y que podría lanzar en el periodo entre 2.015 y 2.025
ya que será necesario saber de antemano que tecnologías será necesario desarrollar.
Por otra parte un grupo de científicos canadienses ha propuesto la nano-misión Lunette para realizar un mapa gravitacional de la cara oculta de la Luna. El interés
principal seria conocer las irregularidades en el campo gravitatorio para conocer mejor el interior de la Luna, así como para la obtención de recursos y ayudar en
las maniobras de las sondas en órbita lunar.
Aun es poco conocido el campo gravitatorio lunar y desde las primeras misiones en los años 60 se pudo comprobar su irregularidad. La sonda Lunar Prospector
hizo un mapa decente pero muy imperfecto aun de la cara visible. Sin embargo de la cara oculta no hay nada de calidad.
La misión enviaría los datos adquiridos a un orbitador polar. Lunette pesaría tan solo 5 kilogramos y seria acoplada a alguna misión polar de la Luna
(Chandrayan-1 o LRO) y enviada a una orbita baja desde donde seria monitoreada por el orbitador para recibir y enviar datos y señales. El pequeño cambio en
la señal producido por la anomalía serviría para conocer el campo gravitatorio.
De momento la misión no tiene donde volar porque el plazo para el LRO de la NASA ha finalizado y no hay tiempo ni sitio. El plazo para Chandrayan-1 si sigue
abierto pero la Agencia Espacial Canadiense no parece dispuesta a poner los fondos necesarios.
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Más información:
Nota original
Misiones a Venus