16/Oct/05

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Fuimos a ver: El cadáver de la novia

Lo último de Tim Burton recupera el musical formato de El extraño mundo de Jack, pero apelando más al corazón.

Título: El cadáver de la novia
Título original: Corpse Bride
Directores: Tim Burton y Mike Johnson
Formato: Animación en stop motion
Guión: John August, Pamela Pettler y Caroline Thompson
Elenco (voces): Johnny Depp, Helena Bonham Carter
Emily Watson, Tracey Ullman, Albert Finney, Christopher Lee y otros.
Música: Danny Elfman
Productores: Allison Abbate, Jeffrey Auerbach,
Tim Burton, Derek Frey, Joe Ranft, Tracy Shaw.
Duración: 76 minutos
País: Reino Unido, 2005.

Ya se me está haciendo costumbre esto de asistir a los estrenos de cada película de Tim Burton con cierta expectativa, como si fueran pequeñas epifanías estéticas, que sacuden mi capacidad de maravilla. Así me pasó en 1993 con El extraño mundo de Jack (The Nightmare Before Christmas, o Pesadilla antes de Navidad). Me encantó la primera vez que la vi, y me pareció más y más brillante con las subsiguientes pasadas, al punto de no poder sacarme de la cabeza ciertas canciones y ciertas imágenes.

La referencia a The Nightmare Before Christmas no es ociosa: en Corpse Bride (El cadáver de la novia, aunque mejor hubiera sido La novia cadáver), Burton retoma la técnica de stop motion (fotografiar marionetas, para elaborar cuadro a cuadro la secuencia de movimiento), aunque con algunas mejoras técnicas respecto de The Nightmare Before Christmas. Una de ellas es que, en lugar de ir cambiando las cabezas de las marionetas para mostrar diferentes expresiones faciales, ahora incorporan pequeños mecanismos tras las orejas y en el cabello, que les permiten enarcar las cejas o incluso sonreír.

Ahora, Burton asume el papel de codirector de la película, junto a Mike Johnson —quien participara en James and the Giant Peach (de 1996) como animador y en la citada The Nightmare Before Christmas como asistente de animación—. Formalmente, Burton no participó del guión, libremente basado en un cuento tradicional ruso. Tal vez por este motivo, tanto el argumento como el enfoque elegidos para contar la historia resultan mucho más clásicos.

Volviendo a las comparaciones, en The Nightmare Before Christmas, Burton (que no dirigió, pero sí creó la historia y la produjo), propone un choque de paradigmas: Jack Skellington, el rey calabaza de la ciudad de Halloween, se enfrenta a otra cultura, la de la tierra de la Navidad, e intenta comprenderla mediante el método científico. Sobre este esquema se entrelaza una historia de amor con Sally, la muñeca de trapo, y una añeja rivalidad con Oogie Boggie. En 76 minutos, Burton despliega una historia compleja, un universo completamente original y personajes extraordinarios.

En El cadáver de la novia, el joven Victor Van Dort está por convertirse en la víctima de un matrimonio por conveniencia, pero durante el ensayo de la boda olvida los votos, se avergüenza y huye, para terminar declamando esos mismos votos ante una novia que ya no pertenece a este mundo. A partir de allí se producirá un fantasmagórico triángulo que pondrá en conflicto el mundo de los vivos y el de los muertos.

Este prometedor punto de partida recibe, como se dijo, un tratamiento clásico, mucho menos trasgresor y original que el de The Nightmare Before Christmas. En este sentido, Burton es un poco víctima de la elevada altura en la que dejó la vara de su producción anterior. Lo cual no quiere decir que la película no sea soberbia. Y el hecho es que hay temas como el amor, la muerte y el miedo al otro que, aunque clásicos, siguen siendo universales. Es, vale la pena decirlo, una película que apela a sentimientos y emociones menos complejas, pero igualmente legítimas.

Danny Elfman vuelve a hacer un estupendo trabajo desde lo musical (sólo el tiempo dirá si sus canciones calarán tan hondo en mi alma como lo hicieron las anteriores, por ahora no se me quedó pegada ninguna). Los rubros técnicos y actorales siguen siendo impecables, y el resultado final hay que verlo.

Alejandro Alonso para Axxón y Garrafex News.