12/Nov/05!f>
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Los líquenes pueden sobrevivir en el espacio abierto
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Si los organismos vivos multicelulares también pueden soportar un viaje por el espacio, como demuestra este experimento, ¿debemos esperar invasiones de vida
extreterrestre compleja? ¿Es posible, entonces, que alguna de las especies de nuestro planeta haya llegado de afuera?
(Astroenlazador) - Uno de los puntos más importantes de estudio exobiológico es además de
la búsqueda de vida en otros planetas la capacidad de ésta de ser transportada y sobrevivir en otros mundos en los cuales el medio ambiente es
considerablemente más duro que en la Tierra. Precisamente este es el enfoque de uno de los experimentos que ha desarrollado la Agencia Espacial Europea
(ESA) dentro de la reciente misión Foton-M2, realizando con ello el descubrimiento de que los líquenes son capaces de sobrevivir en el vacío del espacio.
Fotografías obtenidas mediante microscopía electrónica
del aspecto de un líquen tras su viaje en el satélite Fotón-M2.
Las células se encuentran completas y no rotas, tal como
habría sucedido si no hubiesen sobrevivido
Los líquenes no son organismos simples, sino que consisten en la asociación de dos seres que viven en simbiosis: un hongo y un alga. Aunque se trate de dos
componentes, ambos se hallan tan íntimamente relacionados entre sí que se comportan y reproducen como un ser único e independiente. La función del hongo es
la de proteger al alga de las radiaciones solares y proporcionarle agua y sales minerales. El alga, por su parte, es la responsable de realizar la fotosíntesis y
alimentar al hongo. Los hongos son organismos extremófilos, capaces de vivir en medios muy diversos y extremos. En el planeta Tierra, los líquenes están
presentes en prácticamente todos los ecosistemas, desde las regiones polares hasta los desiertos más calientes del planeta. Siempre se encuentran fijos en un
sustrato, desde rocas hasta cortezas de árboles, musgos, caparazones de insectos o animales, piel de mamíferos, etc.
El aspecto más curioso e interesante referido a estos organismos es que se trata de seres multicelulares, macroscópicos y eucariotas. Esto último significa que
tienen su material hereditario (información genética) encerrado dentro de una membrana nuclear que delimita al núcleo celular, en vez de hallarse dicho material
disperso en el citoplasma, tal y como ocurre en las células procariotas. De esta forma y desde un punto de vista evolutivo son organismos mucho más modernos
que las simples bacterias. De hecho, los líquenes pueden considerarse ecosistemas muy sencillos.
El experimento de la ESA que tuvo lugar durante la misión de la Fotón se denominó simplemente "Líquenes" y se hallaba situado en las instalaciones de
exposición al exterior del módulo de retorno de este satélite. Durante el tiempo en el que la Fotón permaneció en órbita terrestre, se abrió un compartimento que
dejaría dos especies de líquenes (Rhizocarpon geographicum y Xanthoria elegans) completamente expuestos al exterior, soportando condiciones
de vacío y amplias fluctuaciones de temperatura, así como exposición a la radiación solar ultravioleta y a la radiación cósmica.
Tras 14,6 días de exposición y una vez finalizada la misión, el compartimento del módulo de reentrada fue cerrado para proteger a su carga biológica de las
durísimas condiciones de reentrada (2000° C de temperatura en el exterior y una aceleración de 9 g).
Los resultados del experimento fueron presentados por uno de los científicos del proyecto, la Dra. Rosa de la Torre, perteneciente al Instituto Nacional de
Técnicas Aeroespaciales (INTA), durante una reunión en la que se trataron los resultados de la misión en el ESTEC. Las conclusiones iniciales del experimento,
liderado por el Profesor Sancho de la Universidad Complutense de Madrid, indican que los líquenes cuentan con la capacidad de resistir la exposición completa
a las condiciones del espacio, especialmente durante periodos de alto nivél de radiación ultravioleta. Los análisis posteriores a la misión indican que las muestras
han sobrevivido perfectamente y que no ha variado su capacidad de fotosíntesis.
Este interesante estudio abre muchas posibilidades para llevar a cabo futuras investigaciones referentes a la capacidad de poder transferir vida entre planetas. Los
siguientes experimentos previstos podrían enfocarse en cuestiones acerca de cómo y hasta qué punto serían capaces de sobrevivir los líquenes transportados por
un meteorito a las condiciones de reentrada en la atmósfera terrestre.
Los resultados de este experimento también sugieren que los líquenes podrían soportar las condiciones imperantes en la superficie marciana, algo que abre
posibilidades de estudio especialmente interesantes. Los próximos experimentos tanto en nuestro planeta como en el espacio servirán para proporcionarnos más
respuestas acerca de estas intrigantes cuestiones astrobiológicas.
La misión Fotón-M2 fue enviada durante 16 días a una órbita baja desde el Cosmódromo de Baikonur. Consistió en una cápsula no tripulada rusa de diseño
muy similar a las Vostok parecidas a las que transportaron a Yuri Gagarin al espacio en 1961, que alojaba un conjunto de experimentos referidos a ciencias
físicas, de materiales y biológicas en condiciones de microgravedad, tanto de la ESA como de la Agencia Espacial Rusa.
Aportado por Eduardo J. Carletti
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