01/Dic/05

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Ambicioso plan de energías renovables en la Patagonia

Crearán un gran parque eólico, como parte de un proyecto para desarrollar y exportar turbinas de viento. La inversión será de 55 millones de dólares La empresa Invap, que ya construye reactores nucleares, desarrollará turbinas y molinos. Será en Pico Truncado, Santa Cruz, Argentina.

(La Nación) - Antes de fin de año podría anunciarse la creación de un importante emprendimiento para diseñar, desarrollar y exportar turbinas eólicas, centrales microhidráulicas y otros sistemas energéticos renovables o mixtos.

El acuerdo, que firmarían los gobiernos de Santa Cruz y Río Negro, permitirá la creación de la empresa biprovincial Invap-Santa Cruz, con un 51% de capital santacruceño, revelaron a LA NACION el subsecretario de Energía de Santa Cruz, ingeniero Norberto Corral, y el presidente de la empresa rionegrina Invap Ingeniería, ingeniero Hugo Brendstrup.

Su primer producto será un nuevo parque eólico que se instalaría cerca del ya existente en Pico Truncado. Pero con equipos argentinos, en lugar de alemanes, y con entre 50 y 60 megavatios de potencia, en lugar de 2,4; cambio considerable en un país que, como la Argentina, tiene sólo 28 megavatios eólicos instalados. La inversión costará 55 millones de dólares, y dejará como saldo también una planta fabril, con posibles industrias satélite en Caleta Olivia y Puerto Deseado.

El mercado mundial de energía eólica alcanza hoy los 34.000 millones de dólares por año y tiene por dueños a Dinamarca, Alemania, España y los Estados Unidos. "Si logramos irrumpir con molinos buenos y fuertes, con marca de «probados en la Patagonia», y precios de alrededor de 800 dólares el kilovatio instalado, nuestro país puede volverse un competidor de cuidado", dice Brendstrup.

Pero hasta llegar a las turbinas grandes y los mercados externos, Invap-Santa Cruz tendrá mucho por hacer. "La Patagonia es enorme, despoblada, y está llena de estancias y reparticiones remotas, imposibles de conectar a la red eléctrica —dice Corral—. Queremos ir sembrándola de pequeños equipos autónomos."

"Vamos a empezar por fabricar a escala el IVS-4500 de Invap —agrega el ingeniero Alberto Cameron, secretario provincial de Energía—. Es una turbinita de 4,5 kilovatios hecha para soportar los vientos locales, pero la firma tratará de diseñar tecnología 'a medida': queremos instalar centrales hidráulicas 'micro' y 'mini' en estancias de la Cordillera y sistemas combinados hidroeólicos y dieseleólicos para otras demandas."

Más altos que el obelisco

Mientras tanto, Invap-Santa Cruz iniciará su programa de unidades grandes. La "vidriera" será un parque de 50 a 60 megavatios de potencia instalada, formado por 38 enormes unidades de 1,5 megavatios por pieza, que hoy sólo existen en el papel. Con 68 metros, cada torre será unos diez metros más alta que el obelisco porteño.

En una primera etapa serán construidos y testeados sucesivamente cuatro prototipos de este primer molino, diseñado por la Invap rionegrina durante el último quinquenio en simulación computada, pero que por falta de fondos no pudo pasar a escala real. Este molino patagónico tiene rarezas -como la hélice de velocidad variable- para bajar costos y aumentar la robustez. Y la necesitará para enfrentar un recurso eólico Clase 1 Plus, que literalmente tritura a muchos molinos europeos y les quita años enteros de vida. Cada nuevo prototipo mejorará el anterior y tendrá un grado creciente de componentes locales a medida que la firma desarrolla proveedores privados de partes que la Argentina jamás pensó siquiera en fabricar. Por ejemplo, palas de hélice en materiales compuestos de más 30 metros de largo por pieza.

La segunda etapa tendrá otras complejidades, porque supone pasar a la construcción estandarizada de un modelo homologado, exportable, ya libre de imperfecciones. De este aparato se hará una primera partida de 34 unidades para integrar, junto a los 4 prototipos iniciales, el primer parque eólico verdaderamente argentino del país, ya que en la decena que lo precedió, salvo por algunas torres en Comodoro Rivadavia, lo único local es el viento.

"Un país por imitar es la India. Empezó importando equipos medianos dados de baja en Europa, pero hoy compite en su mercado interno y en el mundial con un aparato propio", dice Corral. "Nos interesa crear kilovatios limpios, pero también puestos de trabajos calificados. Aquí, no en Europa", redondea Brendstrup.

Un aspecto complejo del proyecto será instalar una planta fabril en una provincia de gas, petróleo, minería, pesca y lana como es Santa Cruz, con poca generación de valor agregado. "Hace tiempo que queremos cambiarle el perfil a la provincia, dejar de ser exportadores de naturaleza —dice Corral—, y ahora creo que tenemos un punto de apoyo". "La idea no es sólo sustituir importaciones. Es además sustituir exportaciones", concluye Brendstrup.

Daniel Arias para La Nación. Aportado por Alejandro Alonso