09/Ene/06

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"The jacket": Colin Farrell se quedó sin la bella Keira Knightley

Tratamientos psiquiátricos, manipulación de los recuerdos y viajes al futuro inmediato en una película inquietante, tal vez en exceso oscura pero con un gran trabajo de los actores.

(El Semanal Digital) - Jack Starks (Adrien Brody) es un veterano de la guerra del Golfo que vuelve a casa después de haber visto la muerte muy de cerca. Lo único que quiere es reanudar la vida que llevaba antes de la guerra. Sin embargo, se ve envuelto en una serie de extraños acontecimientos que le llevan a ser acusado de un asesinato que no recuerda haber cometido. El Dr. Becker (Kris Kristofferson) lo somete a un controvertido régimen de tratamiento en el que a Starks se le inyectan drogas experimentales y se le confina en un cajón de la morgue durante largas jornadas. Lleno de narcóticos, sin orientación, su mente lo conduce hasta el futuro, donde conoce a Jackie (Keira Knightley), y descubre que está destinado a morir en sólo cuatro días. Jack vislumbra su propia muerte y tiene cuatro días para evitarlo. La mujer que acaba de conocer tendrá la clave de su difícil salvación.

Una historia inquietante con ribetes de acción, romance y misterio que tiene en Adrian Brody el intérprete ideal, muy bien acompañado por Keira Knightley. Jennifer Jason Leigh y el veterano Kris Kristofferson. El tono recuerda en ocasiones El mensajero del miedo de John Frankenheimer o la famosa serie de misterio CSI, y el homenaje a Hitchcock se palpa además en varios momentos de la historia.

The jacket
Dirección: John Maybury.
EE.UU. y Reino Unido. 2005.
102 min.
Interpretación: Adrien Brody (Jack Starks), Keira Knightley (Jackie Price), Kris Kristofferson (Dr. Becker), Jennifer Jason Leigh (Dra. Lorenson), Daniel Craig (Mackenzie), Kelly Lynch (Jean), Brad Renfro (Extraño), Laura Marano (Jackie joven).
Guión: Massy Tadjedin; basado en un argumento de Tom Bleecker y Marc Rocco.
Producción: Peter Guber, George Clooney y Steven Soderbergh.
Música: Brian Eno.
Fotografía: Peter Deming.
Montaje: Emma Hickox

Las vicisitudes de la producción fueron notables. En un comienzo Colin Farrell iba a interpreter esta película, siendo reemplazado por Mark Wahlberg, quien abandonó el proyecto, dejando el lugar a Adrien Brody. El proyecto comenzó con Marc Rocco como director, quien fue reemplazado por el director de El Rey Arturo, Anthony Fuqua, aunque finalmente el filme fue para John Maybury (El amor es el demonio).

Las sombras de la vida y la muerte, el tenebrismo de la manipulación del cerebro, la negrura de secuencias como el brutal tratamiento a que se ve sometido el protagonista, impresionan y mantienen en vilo al espectador. La película no es redonda pero sabe mantener el interés de principio a fin gracias a la hábil realización de Maybury (Love is the devil. The life of Francis Bacon, 1998) y a un montaje por momentos brillante. Pero ¿dónde queda la verosimilitud? El cine contemporáneo está perdiendo de forma alarmante el sentido de la realidad.

Aportado por Eduardo J. Carletti