10/Ene/06!f>
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Un descubrimiento en pájaros ayuda a entender cómo los niños desarrollan el lenguaje
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Expertos de dos universidades hallaron en que zona del cerebro las aves almacenan las melodías que aprenden de sus padres. Se supone que los bebés
aprenden a hablar de la misma manera.
(Clarín) - Científicos de EE.UU. descubrieron la zona del cerebro donde los pájaros almacenan las melodías aprendidas de sus padres, hallazgo que ayuda a
explicar el proceso mediante el cual los niños desarrollan el lenguaje.
En un artículo divulgado hoy por la revista "Proceedings of the National Academy of Sciences", los investigadores afirman que el descubrimiento tiene
implicaciones para los seres humanos porque el hombre, al igual que las aves, aprende a vocalizar mediante la imitación de sus progenitores.
"Este descubrimiento es importante porque proporciona una prueba neurobiológica que ayuda a explicar el proceso mediante el cual los niños desarrollan el
lenguaje", indicó Patricia Kuhl, de la Universidad de Washington, en Seattle.
"Si los procesos de aprendizaje en las aves y en los seres humanos tienen similitudes formales, lo que parece que sí ocurren, entonces estudiar el cerebro de un
pájaro nos podría revelar de qué forma sucede la imitación en las células del cerebro", señala en el artículo, David Vicario, de la Universidad estatal de Nueva
Jersey.
Los científicos de esa universidad y de la de Wesleyan indicaron que las aves guardan el recuerdo de las canciones en un sector del cerebro vinculado con la
audición. Eso significa, según señalan, que una vez guardado ese recuerdo las guía en el proceso de aprendizaje vocal.
"Existen pruebas independientes...de que algo similar ocurre con el aprendizaje del lenguaje por parte de los seres humanos y es parte del mecanismo con el que
los niños aprenden a hablar", señala Vicario.
Aunque se sabe que hay otras especies que imitan los ruidos de sus progenitores, como las ballenas, los delfines y los loros, los científicos centraron sus estudios
en un pájaro australiano que se desarrolla fácilmente en cautiverio.
Claramente, esos pájaros imitan el canto de sus padres, al comienzo de manera torpe, pero lo van mejorando a medida que se desarrollan físicamente.
Aportado por Eduardo J. Carletti
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