20/Ene/06!f>
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El juego del miedo 2
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Con la imagen de un hombre que intenta quitarse una máscara de hierro, que le toma el cuello y poco después termina aprisionándolo y le perfora un ojo empieza
este filme, un "thriller" psicológico de muy bien dosificado suspenso.
En "El juego del miedo 2" vuelve a aparecer el temible asesino serial Jigsaw, protagonista de la primera película.
El personaje es un maniático obsesivo que juega al gato y al ratón con sus elegidos. Le gusta poner en marcha trampas y acertijos matemáticos y le dice a sus
víctimas que tienen una chance de escapar a sus redes, sí, por ejemplo, descubren en qué lugar está guardada una llave o, a través de unos núneros, dar con la
clave de la puerta de salida.
"El juego del miedo 2" (Saw 2).
Estados Unidos, 2005.
Dirección: Darren Lynn Bousman.
Guión: Darren Lynn Bousman y Leigh Whannell.
Fotografía: David A. Armstrong.
Dirección de arte: Michele Brady.
Música: Charlie Clouser.
Actores: Donnie Wahlberg, Tobin Bell, Noam Jenkins, Shawnee Smith, Franky G., Glenn Plummer, Dina Meyer y Emmanuelle Vaugier.
Duración: 93 minutos.
Calificación: Para mayores de 16 años.
Tres a perseguirse
Los personajes en los que se centra la historia son tres: el temible Jigsaw, un agente de policía y su hijo, un adolescente drogadicto, al que le gusta meterse en
líos.
Con viejas cuentas que saldar con Jigsaw, Mathews y otros agentes de policía dan con su guarida a la que llegaron alertados por la noticia de un asesinato.
El llamado es sólo una trampa. Jigsaw apresó al hijo de Mathews y está dispuesto a matarlo, junto con otras víctimas a las que mantiene encerradas en un búnker
lleno de puertas de hierro y vieja madera: un decorado que se parece a un desarmadero industrial o un territorio de guerra.
"El juego del miedo 2" es un filme que si bien trabaja dentro del conocido terror claustrofóbico, tiene algunas situaciones que escapan a lo común del género y
aciertan en climas y atmósferas que acompasándose no decaen.
Con máscaras que parecen extraídas del animé o del vudú africano, mucha sangre y algunas vísceras en primer plano, la película no oculta su destino de
entretenimiento.
Aportado por Eduardo J. Carletti
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