02/Feb/06
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Muerte de demonios de Tasmania podría ser causada por cáncer contagioso
(PL) - Un equipo de investigadores australianos considera que los tumores que diezman desde los años 90 la población de demonios de Tasmania, único
marsupial carnívoro de ese continente, pudieran ser una forma de cáncer contagioso.
El demonio de Tasmania (Sarcophilus harrisii) tiene un aspecto feroz, que origina su nombre, y está cubierto por un pelaje negro, en tanto sus orejas
adquieren una coloración rojiza cuando los invade la cólera. Sólo existe esa especie en la isla australiana de Tasmania.
Los desconocidos tumores probablemente surjan como consecuencia de la mordedura entre los animales y amenazan con extinguir esa especie.
La investigación, encabezada por Anne-Maree Pearse, del Ministerio de Medio Ambiente de Tasmania, es reseñada por la revista especializada británica
Nature.
Con el seguimiento del prepocupante fenómeno, los expertos concluyeron que las células cancerígenas mostraban una notable modificación del genoma, y eran
exactamente las mismas en todos los animales investigados.
De hábitos carroñeros, los demonios habitualmente pelean con otros congéneres, con lo que cual se propinan heridas casi siempre alrededor de la boca, en uno y
otro bando, lo que haría posible el contagio de las células cancerosas.
Las tumoraciones aparecen casi siempre alrededor de la mandíbula y el cuello, al cabo del tiempo supuran y cuando los animales no pueden tomar alimentos por
el avance de la enfermedad, mueren de hambre.
Los ecologistas consideran esenciales a los demonios de Tasmania en el equilibrio natural de la isla.
Con la muerte de más de 100 mil ejemplares de estos marsupiales, se ha incrementado el número de gatos y las cifras de abortos entre las ovejas, debido al
aumento de la toxoplasmosis, enfermedad propagada por los felinos.
Entre las formas contagiosas de cáncer hay algunas que afectan a los perros, mientras que en los seres humanos las neoplasias pueden trasmitirse mediante
trasplantes de órganos, en opinón de los científicos.
El alto grado de consanguinidad y las pocas diferencias genéticas de los demonios de Tasmania estaría entre las causas de que la defensa inmune contra las
células cancerígenas sea escasa.
La investigación detectó que en las células tumorales, el genoma de los demonios de Tasmania, habitualmente formado por 14 cromosomas, muestra un nuevo
ordenamiento de la información genética en sólo 13 cromosomas.
Aportado por Eduardo J. Carletti
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