21/Feb/06!f>
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Experimentan con un robot controlado por células vivas
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Lleva a bordo un tipo de hongo que reacciona ante la luz, vibra, y así hace mover las patas del artefacto.
(Clarín) - ¿Temió en algún momento que los aterradores seres mitad humanos mitad máquinas de los historias de ciencia ficción se convirtieran en una realidad?
Es posible entonces que las últimas investigaciones de Klaus-Peter Zauner, de la Universidad de Southampton, Inglaterra, causen polémica, ya que este ingeniero
acaba de inventar un robot que es controlado por células vivas.
Las células en cuestión son un tipo de moho de fango que se esconde de forma natural de la luz. Zauner cultivó una muestra de este hongo con forma de estrella
y adosó cada una de sus puntas a las seis patas de un robot para que controlara sus movimientos.
Al emitir una luz blanca sobre parte de este organismo de una única célula, éste comenzaba a vi brar, lo que modificaba su espesor. Estas vibraciones fueron
incorporadas a una computadora, que luego enviaba señales para mover la pata en cuestión. Al apuntar rayos de luz a diferentes partes del hongo se movían
distintas patas. Si se lo hacía de forma ordenada, el robot comenzaba a caminar.
Este trabajo fue posible gracias a la colaboración de científicos de la Universidad de Kobe en Japón, que estudian formas para usar células biológicas en robots.
El propio Zauner había tratado de usar moléculas individuales —en lugar de instrucciones de programas computarizados— para controlar las funciones y
movimientos de los robots.
"La visión a largo plazo que yo tengo es que esta tecnología que perseguimos va a estar en un punto medio entre las células vivas y las moléculas" admitió Zauner.
"Las moléculas necesitan infraestructura a su alrededor para poder funcionar. La célula ofrece esa infraestructura pero tiene una complejidad mucho mayor".
Las células biológicas ya habían sido integradas en el pasado a circuitos electrónicos, pero sólo para su uso en sensores. Este trabajo de Zauner representa la
primera vez que se utilizan células para controlar los movimientos de robots. "Resulta muy atractivo el hecho de que las células puedan autorrepararse y
autorreestructurarse, todas cosas que no pueden lograrse con la tecnología convencional", agregó.
El uso de células biológicas brinda cierta autonomía a los movimientos del robot. "Con una computadora convencional, elegimos un programa, pero si la PC no
hace exactamente lo que queremos se produce un error". Por eso, la autonomía es un rasgo útil. Es mucho más sencillo engañar a un robot que se mueve según
las reglas de un programa computarizado que según las de de un organismo vivo. "Se puede engañar a los robots con más facilidad a través de situaciones
contradictorias inesperadas" dijo Zauner. "Si uno intenta introducir un insecto en una caja, se dará cuenta de que son muy hábiles para y encontrar una salida,
yendo así más allá de su comportamiento normal".
Según Zauner, el uso de células implica unos "primeros pasos hacia una nueva dirección" en la investigación robótica.
Aportado por Eduardo J. Carletti
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