10/Mar/06

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Retomado el contacto con la sonda Hayabusa

(Astroenlazador) - Durante el pasado mes de noviembre, la sonda espacial japonesa Hayabusa sufrió un problema con su combustible tras su segundo aterrizaje en la superficie del asteroide Itokawa. Debido a que era imposible emplear los motores de combustible químico para reorientar el vehículo, la Agencia de Exploración Espacial Japonesa (JAXA) perdió el contacto la sonda.

De acuerdo con los análisis efectuados por los especialistas en la misión, la probabilidad de retomar las comunicaciones con la Hayabusa se estimaban entre un 60 y un 70% durante principios del año 2006. De esta forma, JAXA decidió llevar a cabo un plan de vuelo alternativo que permitiese a la Hayabusa volver a nuestro planeta en junio de 2010, tres años después de la fecha inicialmente prevista y asumiendo que la sonda pudiese poner en marcha sus motores iónicos a principios del 2007.

El 23 enero de 2006 las antenas de la JAXA recibieron señales de radio de la sonda espacial. Aunque inicialmente las comunicaciones resultaron bastante complejas, Hayabusa comenzó a responder a las ordenes enviadas desde tierra, de tal forma que el contacto con el vehículo ha sido definitivamente retomado.

Los datos obtenidos indican que el combustible químico se encuentra totalmente agotado, así como el oxidante, pues los sensores de los mismos marcan un valor de la presión igual a cero. Las baterías de litio también ha sufrido varios problemas, así como los circuitos electrónicos asociados a las mismas. No así el motor iónico, cuyos niveles de combustible no han variado desde finales de noviembre en 2005.

El 6 de febrero de 2006, los responsables de la misión decidieron reorientar la sonda empleando el gas xenón disponible a bordo. Ese mismo día los controladores enviaron un nuevo software para orientar los paneles solares de la nave en dirección hacia el Sol, dirección más o menos similar hacia la cual se encuentra la Tierra. El 4 de marzo se procedió además con la reorientación de la antena de ganancia media, maniobra que también fue realizada con éxito. De esta forma, la capacidad de enviar órdenes y recibir datos sobre el estado en la sonda ha mejorado considerablemente.

Todas estas mejoras han permitido realizar medidas Doppler para determinar con precisión la posición de Hayabusa y su órbita después de un intervalo de tiempo de tres meses sin comunicaciones. La sonda se encuentra prácticamente en la misma órbita del asteroide Itokawa, 13.000 kilómetros por delante, desplazándose a una velocidad de 3 m/s con respecto al mismo. La nave se encuentra situada a 190 millones de kilómetros al Sol y a 330 millones de kilómetros de la Tierra.

Según JAXA, aún existe cierta posibilidad de que la sonda cuente con cierta cantidad de combustible y oxidante residuales, lo cual entrañaría un riesgo de combustión y pérdida de orientación si ciertos componentes de la nave quedan expuestos al calor del Sol, con lo que cualquier operación que implique la reorientación de la sonda con respecto a nuestra estrella debe ser realizada con extremo cuidado. De esta forma, la preparación para el viaje de retorno a la Tierra deberá ser planificada con el más mínimo detalle. Los ingenieros estiman que la masa de gas xenón en los motores iónicos es aproximadamente de 42 a 44 kg, cantidad considerada suficiente para volver a nuestro planeta si no se producen los problemas antes mencionados con el combustible y oxidante. Durante el viaje, el funcionamiento de los tres motores iónicos elevará ligeramente la temperatura, factor de riesgo que ha de tenerse también en cuenta.

Tanto los motores iónicos como el sensor estelar y las computadoras que controlan la posición y velocidad de la sonda permanecen inactivos desde noviembre de 2005, con lo cual posiblemente han sido expuestos a las bajas temperaturas el espacio. La JAXA tiene ahora la labor de verificar su operatividad y comprobar si éstos pueden volver a funcionar correctamente para procedes con el retorno de la sonda —con su cápsula de muestras— al planeta Tierra.

Aportado por Eduardo J. Carletti