18/Mar/06!f>
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Mundo virtual a tiempo real
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A Nintendo le están dando un gran resultado los simuladores sociales para su consola portátil. Al éxito de 'Nintendogs' en Japón y Estados Unidos le ha seguido
el de 'Animal Crossing'.
Este juego es un completo simulador social en tiempo real en el que para avanzar hay que tejer una red de amigos los más amplia posible y que ya ha vendido
más de dos millones de ejemplares en Japón.
Colaborar es fundamental en Animal Crossing. El objetivo del juego es "negociar y llegar a acuerdos", según Katsuya Eguchi, principal responsable de este
mundo virtual en el que visitar a los contactos de cada uno en su propio pueblo es una de las claves.
Con un personaje y un pueblo personalizado, el jugador comienza su vida alternativa. En ella podrá hacer casi de todo: pescar, buscar fósiles, cazar insectos,
vender y comprar objetos, agrandar su casa o crear diseños propios para ropa y objetos. También organizar juegos o retos amigos. La imaginación es
fundamental para aprovechar todas las capacidades de 'Animal Crossing'.
Una vida virtual que se adapta al ritmo del jugador. Cuando en la vida real es invierno, en el juego también. Todo sincronizado. De esta forma, no es necesario
cumplir objetivos concretos, sino jugar a un ritmo propio, sin prisa. Pero sin pausa, claro.
Para evitar visitantes molestos en un pueblo propio, Nintendo ha desarrollado un sistema de claves. De modo que a nuestro pueblo sólo podrán acceder visitas
seguras con las que intercambiar recursos. Pero no es un sistema limitado a amigos y conocidos en la vida real, sino mucho más amplio gracias a las comunidades
que han aparecido en Internet.
"Queríamos crear algo muy innovador y que se pudiera jugar durante pocos minutos cada día, pero durante mucho tiempo", comenta Shigeru Miyamoto, uno de
los desarrolladores más conocidos de Nintendo. Los jugadores japoneses han respondido bien a 'Animal Crossing'. A partir del 31 de marzo se verá que sucede
con los españoles.
Aportado por Eduardo J. Carletti
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