30/Mar/06!f>
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Hallan un cráneo de mono con el cerebro muy desarrollado
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Sufrió ese cambio 12 millones de años antes que los ancestros del hombre.
(La Nación) - Hace 16 millones de años, un mono muy particular se paseaba por los bosques semitropicales que constituían el paisaje de lo que es hoy la costa
de la provincia de Santa Cruz (Argentina). Era pequeño como un gato, pero bastante cabezón. Sorprendentemente cabezón, remarcan hoy los científicos y, acto
seguido, recuerdan que nuestros ancestros primates desarrollaron un cerebro de tal tamaño hace sólo 4 millones de años.
"Este animal representa la evidencia más antigua de un incremento dramático del tamaño del cerebro, que ocurre hace 16 millones de años, cuando el aumento
del tamaño del cerebro de los primates que son nuestros ancestros se da 12 millones de años después", dijo a La Nación el paleontólogo Marcelo Tejedor,
coautor de la descripción del curioso mono, apodado Killikaike blakei, que publicará en abril la revista Proceedings of the American Academy of
Sciences.
En Africa, la rama de los primates que hace 4 millones de años se destacaron por el desarrollo de un cerebro notablemente grande en relación con el cuerpo dio
como resultado la aparición del Homo sapiens, precedida por una amplia gama de homínidos entre los que se destacan la Australopithecus
afarensis apodada Lucy. Hoy, en América del Sur, los descendientes del Killikaike blakei, como el mono ardilla o el mono capuchino, siguen
haciendo monerías.
Monerías bastante sofisticadas para un primate gracias a un desarrollo cerebral mayor que el promedio de los monos, son capaces de manipular herramientas y
poseen comportamientos sociales muy complejos, pero monerías al fin. ¿Por qué la evolución no fue tan generosa con ellos como con sus parientes africanos?,
ésa es una pregunta para la que Tejedor arriesga respuestas.
Dientes en la piedra
Las evidencias con las que contaron Tejedor y sus colegas de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco para describir al Killikaike
proceden de la vitrina de una estancia ubicada a 50 kilómetros de Río Gallegos. Allí, sus dueños exponían una roca de la que emergía dientes hallada años atrás
en las inmediaciones de la estancia.
Cedida para su estudio, la roca escondía en su interior parte de un cráneo en excelente estado de conservación. "En el verano de 2005, fuimos a tratar de
recolectar más fósiles en donde había sido hallada la roca, lo que nos permitió encontrar un segundo cráneo", contó Tejedor.
"Los dos fósiles constituyen los restos más completos y mejor conservados de primates sudamericanos agregó el investigador del Conicet. Y lo más
importante es que nos permitió medir el volumen endocraneano, que es lo que nos permitió comparar su cerebro con el de otros primates."
Para Tejedor, "fue una sorpresa encontrar hace 16,4 millones de años los inicios del cerebro de los Cebinae, monos sudamericanos actuales que poseen
un comportamiento social muy complejo, pero en un momento en el que ni siquiera nuestros propios ancestros lo habían desarrollado todavía".
"La diferencia es que la evolución del cerebro de los homínidos primitivos africanos los llevó a la fabricación (no sólo manipulación) de herramientos y a caminar
erguidos", agregó. ¿Por qué la diferencia?
"En Africa, sufrieron un cambio climático que los obligó a adaptarse a ámbitos abiertos, donde no podían escapar fácilmente. Por el contrario, los monos
sudamericanos se retraen hacia el Norte [a medida que desaparecen en el Sur los bosques semitropicales] y mantienen sus hábitos arborícolas. Vivir en los
árboles es lo que hace que no caminen erguidos."
Aportado por Eduardo J. Carletti
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