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La vida aumenta y disminuye con el recorrido ondulante del Sistema Solar
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(New Scientist) - Nuevos cálculos indican que el movimiento de sube y baja del Sistema Solar en su recorrido alrededor del disco de nuestra galaxia lo expone
periódicamente a dosis peligrosas de rayos cósmicos. Este efecto podría explicar una misteriosa disminución de la biodiversidad de la Tierra cada 62 millones de
años.
El Sistema Solar se mueve por la Vía Láctea como lo hace un niño subido en el caballito de un carrusel. Completa un circuito galáctico más o menos cada 100
millones de años y lo hace subiendo y bajando por entremedio del denso disco galáctico.
Las investigaciones anteriores indicaban que este movimiento podría afectar el clima de la Tierra cuando el Sistema Solar pasa a través de las gigantescas nubes
de hidrógeno que están concentradas en los brazos espirales de la galaxia. Algunos investigadores han dicho que estas nubes pueden ser suficientemente densas
como para "ensuciar" la atmósfera de la Tierra con polvo, bloqueando la luz solar y enfriando al planeta.
Otras han indicado que el tirón gravitatorio de las nubes podría desalojar cometas del halo esférico que rodea el Sistema Solar, enviándolos directamente a
chocar con la Tierra, lo que causaría extinciones masivas.
Viento comprimido
Otros investigadores han señalado que las nubes podrían empujar el viento solar que protege al Sistema Solar de los rayos cósmicos de alta energía de la galaxia.
Estos rayos cósmicos cargados de partículas aceleradas a altas energías por explosiones de supernovas podrían así filtrarse en la atmósfera terrestre. Éstos
podrían entonces estimular la formación de nubes, enfriando el planeta y destruyendo la capa de ozono, y matando especies al permitir que los dañinos rayos
ultravioleta alcancen la superficie de la Tierra.
Sin embargo, el paso del Sistema Solar a través de una de estas nubes gigantescas lleva unos pocos cientos de miles de años, y el registro fósil no muestra
disminuciones regulares de biodiversidad en esta escala de tiempo, dijeron Mikhail Medvedev y Adrian Melott de la Universidad de Kansas en Lawrence,
EEUU. En cambio, Medvedev cita un estudio del 2005 en Nature que demuestra que el número de especies ha disminuido más o menos cada 62
millones de años, al menos durante los últimos 542 millones de años.
Esta escala temporal coincide con los 64 millones de años que tarda el Sistema Solar para moverse de manera vertical a través del disco de la galaxia y luego
regresar a su posición anterior. Medvedev presentó la investigación que relaciona los dos efectos en una conferencia de astrobiología en Washington DC en
EEUU esta semana.
La mayoría de las más grandes extinciones en la Tierra ocurrieron cuando el Sistema Solar se encontraba en su punto más al norte del ciclo, que se extiende
alrededor de 230 años luz por arriba del plano galáctico. Medvedev dice que en esa posición ingresa mayor cantidad de rayos cósmicos en la atmósfera de la
Tierra, exterminando especies.
Escudo cósmico
Él dice que el efecto es similar a la compresión que experimenta el viento solar que protege el Sistema Solar cuando éste pasa a través de una gigantesca nube de
hidrógeno. Las estrellas de la Vía Láctea producen un viento de partículas cargadas cuyos campos magnéticos desvían los rayos cósmicos que llegan desde más
allá de la galaxia.
Pero la Vía Láctea entera se mueve hacia el norte a 200 kilómetros por segundo, en dirección a un grupo gigante de galaxias denominado "cúmulo de Virgo".
Este movimiento empuja el viento galáctico en la sección norte de la galaxia, lo que permite la llegada de mayores niveles de rayos cósmicos extra-galácticos,
dañinos para la vida, dice Medvedev.
"Cuando el Sol se está moviendo hacia arriba a través del plano galáctico, el flujo de rayos cósmicos va en aumento, y cuando está bajando, disminuye", dijo en
una conferencia. Explicó que los períodos de fuerte influjo de rayos cósmicos extragalácticos coinciden con tanta exactitud con las disminuciones en la
biodiversidad que esta coincidencia sólo tiene una posibilidad en 10 millones de ser por casualidad.
Zonas habitables
"Pienso que es muy convincente", dice Paul Davies, un astrobiólogo de la Universidad Macquarie en Sydney, Australia. Dice que la investigación podría ayudar a
señalar zonas "habitables" donde podría ser más fácil que haya vida.
En el Sistema Solar, estas zonas se encuentran donde el agua puede permanecer líquida, y en la Vía Láctea, entre el centro galáctico donde los niveles de
radiación son peligrosamente altos y las afueras de la galaxia, donde escasean los elementos pesados necesarios para la vida.
"Entonces la pregunta es: ¿Existe una zona intergaláctica habitable?". Él dice que la posibilidad de que haya "lados de la galaxia donde puede ser elevado el flujo
de rayos cósmicos" indica que habría una región entre galaxias donde el flujo es bajo.
Aportado por Eduardo J. Carletti
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