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El filósofo italiano Gianni Vattimo vendrá a la Argentina
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Uno de los mayores aportes que se le reconocen en el campo de la filosofía es el desarrollo del concepto de "pensamiento débil" como una característica
dominante de la época actual. Ofrecerá una serie de conferencias.
(La
Nación) El 10 de abril llegará a la Argentina el filósofo italiano Gianni Vattimo. Con el patrocinio del Complejo Teatral de Buenos Aires y del Instituto
Italiano de Cultura, el autor de La sociedad transparente vendrá para inaugurar el ciclo de conferencias "Cátedra abierta sobre desarrollo, ética y
cultura", que preside el sociólogo e investigador Bernardo Kliksberg, y ofrecer una serie de conferencias en Buenos Aires (ver aparte).
Heredero del pensamiento de Nietzsche y de Heidegger (autores a los que ha dedicado parte importante de su rica producción ensayística), Vattimo (1936) ha
sido discípulo de Gadamer y docente en Yale y en la Facultad de Letras y Filosofía de la Universidad de Turín, de la que también fue decano.
Vinculado desde joven a los movimientos de izquierda, también desarrolló una carrera política que lo llevó a integrar el Parlamento Europeo entre 1999 y 2004.
Pensamiento débil
Uno de los mayores aportes que se le reconocen en el campo de la filosofía es el desarrollo del concepto de "pensamiento débil" como una característica
dominante de la época actual. El pensamiento débil, como oposición al pensamiento fuerte o metafísico, rechaza la posibilidad de existencia de una verdad única
y absoluta, y postula la necesidad de aceptar que el ser humano habita un mundo posmoderno en el que las certezas han sido desplazadas por las verdades
parciales y el relativismo.
Vattimo participó en noviembre del Día Mundial de la Filosofía que se realizó en Santiago, Chile. Allí, luego de su disertación, dialogó con La Nación
sobre la violencia, uno de los temas que abordará en Buenos Aires:
"La violencia es un recurso para usar solamente ante la violación de la libertad del otro. Por eso, desde el punto de vista ético, siempre sostengo la necesidad de
evitar la violencia. Pero si no se la puede evitar, hay que tratar de reducirla al mínimo, de ritualizarla. De hecho, la guerra tiene reglas y se rige por leyes
internacionales. Lo que es inaceptable es la tortura, porque reduce al otro a la condición de objeto. En el comienzo de un nuevo orden suele haber violencia.
Muchas veces, para instaurar una democracia hay que hacer una revolución, pero inmediatamente después tiene que venir una normalización, una formalización
del derecho, porque eso es algo que permite transformar en justicia lo que inicialmente era un acto de rebelión."
Aportado por Alejandro Alonso
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