09/Abr/06!f>
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Llega "El discurso vacío", de Mario Levrero
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Interzona Editora anunció esta novela autobiográfica de 1996 en la que el narrador se dispone a hacer trabajosos esfuerzos para mejorar su caligrafía y, como
consecuencia, su personalidad.
(Gacetilla) Entre las novedades para abril, Interzona Editora anunció El discurso vacío, de Mario Levrero
(144 páginas, $24), en el marco de su colección Latinoamericana.
Novela autobiográfica en la que el narrador
se dispone a hacer trabajosos esfuerzos para mejorar su caligrafía y, como consecuencia, su personalidad. De a
poco va emergiendo el retrato de una familia y la construcción de un personaje el narrador con todas sus obsesiones y sus neurosis. La edición de este libro
viene a reparar una deuda: la que implica la desaparición de las obras, en las librerías argentinas, de uno de los escritores uruguayos más importantes.
"Es preciso poner mucha paciencia y gran atención; tratar en lo posible de dibujar letra por letra, desentendiéndose de las
significaciones de las palabras que se van formando lo cual es una operación casi opuesta a la de la literatura (especialmente porque se debe frenar el
pensamiento, que siempre acostumbrado a la máquina de escribir busca adelantarse, proporcionar nuevas ideas, establecer nuevas relaciones de ideas y de
imágenes, preocupado tal vez, deformación profesional por la continuidad y coherencia del discurso). Debo, pues, comenzar a limitarme a frases simples,
aunque me suenen vacías o insustanciales; apenas empiezo a prestar atención a los contenidos, pierdo de vista la esencia de este trabajo terapéutico, el dibujo
de cada una de las letras. En estos momentos, Juan Ignacio está molestando, tratando de llamar la atención de su madre, quien excepcionalmente se ha
permitido un descanso y está mirando en el video una película que le recomendé. Es notable cómo Ignacio está educado para no tolerar el ocio o la diversión o
incluso la enfermedad de su madre; en esas ocasiones se vuelve más exigente que de costumbre, y adquiere un malhumor y un aire de fastidio insoportables. En
la casa, en el funcionamiento de la casa, hay un equilibrio maléfico, producto de una serie de hábitos o pautas de conducta muy equivocadas, que se han ido
instalando por 'azar y necesidad'; y la sola idea de modificar alguna de las pautas produce un desasosiego, un malestar o incluso una crisis en cualquiera de los
primitivos integrantes del grupo familiar."
Mario Levrero nació en Montevideo, Uruguay en 1940. Fue fotógrafo, librero, guionista de cómics, humorista y jefe de redacción de revistas de
ingenio. Su obra es central en la literatura uruguaya contemporánea. Publicó las novelas La ciudad (Plaza y Janés, 2000), París (El cid editor,
1980), El lugar (El Péndulo, 1984), Dejen todo en mis manos (Arca, 1998), El alma de Gardel (Trilce, 1996), La novela
luminosa (Alfaguara, 2005). También publicó los libros de cuentos La máquina de pensar en Gladys (Arca, 1998), Todo el tiempo (Banda
oriental, 1982), Espacios libres (Puntosur, 1987), El portero y el otro (Arca, 1992), Ya que estamos (Cauce editorial, 2001) y Los
carros de fuego (Trilce, 2003), y los dos volúmenes de Irrupciones (Cauce, 2001), recopilación de las columnas periodísticas que escribió entre
1996 y 1998 para la revista Posdata. Durante veinte años estuvo a cargo de diversos talleres de escritura. Murió en 2004.
Aportado por Alejandro Alonso
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