18/Abr/06!f>
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Por primera vez hallan juntos 7 saurios carnívoros
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(La Nación) - Aunque la imagen del dinosaurio carnívoro que está solo y espera que su presa caiga dentro del alcance de sus garras y de su poderosa dentadura
es la más difundida, el hallazgo en Neuquén de restos fósiles enterrados juntos de al menos siete ejemplares de una misma especie -hasta ahora desconocida-
sugiere que estos peligrosos animales vivían en comunidad.
"La probabilidad de que se fosilicen siete dinosaurios carnívoros juntos son bajísimas: de una en cuarenta millones, por lo que el haber encontrado siete de una
misma especie nos da la pauta de que habrían desarrollado algún tipo de estructura social; probablemente, vivían en manadas", dijo a LA NACION el profesor
Rodolfo Coria, del Museo Carmen Funes de Plaza Huincul, Neuquén, que ayer dio a conocer allí el descubrimiento.
Es a quince kilómetros al sur de esa ciudad que, en 1995, Coria descubrió los restos de un dinosaurio desconocido. Fueron necesarios cinco meses de
excavación, distribuidos en cinco años, para remover las cien toneladas de piedra que contenían los casi 300 huesos pertenecientes a los siete ejemplares del
dinosaurio bautizado por Coria y su colega Phil Currie, de la Universidad de Alberta, Canadá, como Mapusaurus roseae.
El mapusaurio, cuya descripción acaba de ser publicada por la revista especializada Geodiversitas, es un carnívoro que nada tiene que envidiarles a bestias como
el Tyrannosaurus rex. Con sus 12,5 metros de largo y aproximadamente seis toneladas de peso, este animal era una versión estilizada de su primo cercano: el
Giganotosaurus carolinii, el dinosaurio carnívoro más grande conocido hasta la fecha.
"El mapusaurio tenía un porte similar al del giganotosaurio, pero era un poco más liviano y más esbelto; seguramente era más ágil -describió Coria-. Su cráneo
era más frágil, pero sus dientes eran ligeramente más filosos, pues eran más delgados que los del giganotosaurio."
De caza en el cretácico
"Este nuevo descubrimiento nos ayuda a comprender mejor la diversidad de los dinosaurios carnívoros gigantes. Pero aún más interesante es el hecho de que el
hallazgo incluye los restos de varios ejemplares de diferentes tamaños y edades", comentó el doctor Michael Ryan, director de paleontología de vertebrados del
Museo de Historia Natural de Cleveland, Estados Unidos.
La cantera de quince metros de largo por seis metros de ancho excavada por Coria, Currie y sus colegas dejó al descubierto sólo restos de mapusaurios, pero
no de otras especies.
"Eran ejemplares jóvenes, medianos y adultos que habrían muerto juntos -comentó Coria-. La composición del yacimiento fósil [el número de individuos por
cada franja etaria] refleja la composición de cualquier población, lo que sugiere que se trata de animales que vivían juntos en un mismo territorio."
El hallazgo contradice las suposiciones sobre las costumbres de los dinosaurios carnívoros, que hasta ahora eran pensados como animales de hábitos más bien
solitarios.
"El gregarismo en animales tan grandes nos sorprendió -confesó Coria-. Es esperable en animales pequeños, en los que la estructura social los ayuda a
protegerse de sus depredadores, pero no en dinosaurios carnívoros como éste, que se encontraba en la cima de la pirámide de los megapredadores."
En otras palabras, nadie escapaba hace 90 millones de años de la voracidad de las manadas de mapusaurios. Ni los dinosaurios carnívoros Ilokelesia
agudagrandensis, de cinco metros de largo, que habitaban la misma región, ni los gigantescos, pero vegetarianos Argentinosaurus huinculensis: una sola de estas
moles de 80 toneladas de peso seguramente habrá bastado para saciar el apetito de varias de estas fieras.
"Cazar en manada debe haber sido una buena estrategia para poder derribar a un animal del tamaño del argentinosaurio", concluyó Coria.
Aportado por Eduardo J. Carletti
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