20/Abr/06!f>
|
Revista Axxón
Axxón en facebook
Lectores de Axxón en facebook
|
|
Nuevos descubrimientos sobre las auroras de Jupiter y Saturno
!t>
Los estudios de las auroras de Júpiter realizados por los científicos de la Universidad de Leicester han dado un verdadero vuelco a las teorías actuales sobre los
procesos que controlaban el más grande espectáculo luminoso del Sistema Solar.
(Sondas Espaciales) - Los científicos
compararon una serie de imágenes ultravioletas de los auroras de Júpiter tomadas por el telescopio espacial Hubble con las medidas simultáneas tomadas por la
Cassini que mostraban las condiciones del viento solar cuando la nave espacial sobrevoló el planeta gigante entre diciembre de 2000 y enero de 2001.
Encontraron que había una correlación fuerte entre la fuerza del viento solar y el comportamiento de las auroras en los polos de Júpiter. Hasta este momento, los
científicos habían creído que los auroras jovianas eran causadas por corrientes rápidas de material emitidas desde la luna volcánica Io a un ratio de una tonelada
por segundo.
El trabajo previo del grupo de investigación ha demostrado que el óvalo auroral principal de Júpiter no es causado por el mismo tipo de procesos que causan las
luces septentrionales en la Tierra. Sin embargo, este nuevo estudio demuestra que las auroras en Júpiter están ligadas directamente a la fuerza con la cual el viento
solar está soplando, lo que significa que los procesos que dan lugar a las auroras guardan relación con los de la Tierra. Asombrosamente, también se descubrió
que el óvalo principal también muestra una correlación directa con la fuerza solar del viento, que es totalmente el resultado opuesto al que se esperaba de las
predicciones.
Los resultados indican que sustanciales cantidades de energía son transferidas del viento solar al planeta y ésto puede explicar el rompecabezas en cuanto a
porqué Júpiter es perceptiblemente más caliente de lo que debiera ser. Los nuevos resultados pueden afectar a las teorías que rodean otros aspectos de la
magnetosfera joviana, tales como el mecanismo por el cual el plasma que origina Io se escapa del sistema y para determinar la longitud de la cola magnética en
forma de cometa enorme de Júpiter.
Sarah Badman también presenta los resultados de un estudio de los auroras de Saturno realizado en las primeras tres semanas de enero de 2004. Este estudio
también combinó las imágenes tomadas por el telescopio espacial Hubble con medidas del viento solar registrado por la Cassini mientras se acercaba al planeta
anillado. Badman revisó todas las imágenes disponibles de auroras de Saturno y determinó, por primera vez, la forma y la posición más comunes de las auroras,
así como las características más inusuales. Sus resultados corroboran la teoría que las auroras de Saturno son causados por el lanzamiento explosivo de la
energía del viento solar que se acumula y se almacena en el campo magnético del planeta. Los auroras de la tierra son causados por la interacción del campo
magnético del planeta con el viento solar, una corriente de partículas cargadas emitidas por el sol a velocidades de alrededor de 2 millones de kilómetros por
hora. Algunas de estas partículas cargadas pueden penetrar en la magnetosfera y penetrar en la alta atmósfera polar, donde interactúan con las moléculas
eléctricamente cargadas del aire, provocando las auroras. El brillo de los auroras de la tierra por lo tanto depende de las condiciones rápidamente cambiantes del
viento solar.
El campo magnético de Júpiter es cinco veces más grande que el sol y los auroras que iluminan la atmósfera joviana son hasta cientos de veces más brillantes que
las de la Tierra. Los auroras ovales principales son formadas por cientos de millones de amperios fluyendo alrededor del campo magnético y en la atmósfera
como resultado de los intentos de Júpiter de mantener el plasma emitido por su luna, Io, rotando a la misma velocidad que el planeta. Hasta este momento, se ha
pensado que el sistema es dominado totalmente por esta rotación, y que la energía impartida por el viento solar es insignificante en comparación.
Como Júpiter, Saturno también posee un campo magnético enorme y tiene auroras brillantes. Las imágenes tomadas por sobrevuelos de sondas anteriores y del
HST mostraron un óvalo estrecho de emisiones con un cierto brillo variable. Las imágenes tomadas en enero 2004 mostraron varias características inesperadas,
incluyendo auroras espirales alrededor del polo de Saturno.
Aportado por Eduardo J. Carletti
!c>
Más información:
Más noticias de Astronomía en Axxón