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Publicaciones recibidas: "Tierra de cometas", de Keith Roberts
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Keith Roberts no es un autor de culto, pero cautiva por la poesía de sus paisajes, de sus personajes, el ritmo pausado, la ilusión de una economía de lenguaje
que esconde un manejo que pocos autores poseen.
Título: Tierra de
cometas
Autor: Keith Roberts
Título original: Kiteworld
Traductor: Carlos Gardini
Ilustración y diseño de cubierta: Alejandro Terán
Diseño de colección: Alberto Cairo
Colección: Bibliópolis Fantástica n° 42
Páginas: 256
Keith Roberts no es un autor de culto, de los que poseen miles de seguidores fieles y hasta clubs de fans. Es probable que para algunos sea un completo
desconocido. A otros yo entre ellos quizá les resulte familiar el nombre y recuerden la novela Pavana de la vieja colección Minotauro. Unos y otros se
llevarán una grata sorpresa con Tierra de cometas.
Esta novela, que data del año 1985, incluye el cuento ganador del Premio BSFA, "El maestre". A riesgo de ser redundante, se puede decir que este relato que
funciona como primer capítulo de la novela es una pequeña obra maestra. En pocas páginas el autor nos introduce de lleno en medio de una tormenta que pinta
un mundo completamente nuevo, cercado por tierras malas como se imaginarán, la radiación tiene algo ver con ello y demonios que nadie ha visto, y de cuya
existencia muchos empiezan a dudar. Una descripción melancólica que parece más una mirada al pasado que a un futuro donde el tiempo, a diferencia del
viento, parece estar detenido. Todos los elementos básicos están ahí, en el primero de nueve relatos entrelazados.
¿Era necesaria entonces la novela? Creo que sí. Después de la tormenta, Roberts comienza a pintar personajes como si hubiera instalado su atril en una
colina de la campiña inglesa y desde allí contemplara el vuelo de sus cometas. Cada capítulo es una historia, un personaje, una cometa, y nosotros vemos el
mundo como él lo ve, a vuelo de barrilete. Hasta que descubrimos que los hilos de todos los cometas están sostenidos por la misma mano, que todas las
historias son una.
Tierra de cometas no es una novela de acción trepidante, que atrape y avasalle al lector desde la excitación y la adrenalina. Todo lo contrario, cautiva
por la poesía de sus paisajes, de sus personajes, el ritmo pausado, la ilusión de una economía de lenguaje que esconde un manejo que pocos autores poseen. Si
tuviera que usar una palabra para definirla, diría simple. Tierra de cometas tiene la belleza de la simpleza. Sus personajes, a pesar de lo complejo
que parecen, son simples, cristalinos, y por ello más reales.
Sin duda la traducción es un punto a favor en este sentido. Lo mismo puede decirse de la edición, del buen gusto que traslucen la ilustración y el diseño de
portada, que acompañan el clima nostálgico de la novela.
Realmente se disfruta mucho la lectura. Quizá el final sea lo más flojo, de una resolución apresurada y hasta "fácil" en muchos sentidos, pero a pesar de ello uno
no puede sentirse defraudado al final del viaje, si disfrutó cada minuto, cada vista del paisaje a lo largo del camino.
Hernán Domínguez Nimo, para Axxón y Garrafex News.
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Más información:
Tierra de cometas en Bibliópolis, de Keith Roberts
Publicaciones recibidas: Los Gigantes de Caliza