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Un superordenador para acelerar la búsqueda del origen de la vida
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(El Mundo) - Si los científicos del proyecto OriGenes, que investiga las primeras moléculas que dieron lugar a la formación de la vida, no contaran con la ayuda
de un supercomputador, el trabajo que han realizado en seis meses les habría llevado 50 años.
El granito de arena, que viene en forma de 'cúmulo' un conglomerado de ordenadores desarrollado por HP, permitirá dar respuesta a cuestiones sobre el
origen de la vida.
El proyecto OriGenes, desarrollado por el Centro de Astrobiología del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial en colaboración con HB, se basa en el
estudio del ácido ribonucleico (RNA), que desempeña un papel fundamental en la biología de todos los seres vivos, y puede tener funciones codificadoras de
información, por lo que son muchos los científicos que estiman que pudo ser fundamental en el origen de la vida y en la evolución química en etapas precelulares.
Es decir, como explicó Susanna C. Manrubia, investigadora del Centro de Astrobiología y responsable del proyecto, "trata de comprender los mecanismos
evolutivos de estas moléculas, así como su estructura y su organización interna, para entender, por ejemplo, cómo se adaptan los virus de RNA a ambientes
nuevos, o la evolución de las primeras moléculas auto-replicantes que existieron en la Tierra".
Para dar respuesta a esas preguntas, los científicos tienen que estudiar moléculas, extraer de ellas secuencias de ácido ribonucleico y replicarlas, para ver cómo
fue su evolución. Y todo ello, con moléculas lo más grandes posibles y con el mayor número de ellas posible, lo que hace las operaciones de cálculo inviables
para ordenadores 'normales'. Gracias al supercomputador del INTA, la reducción de tiempo para los investigadores ha sido más que notable. "El trabajo que
hemos hecho en seis años nos habría llevado 50", señaló Susanna.
Por eso hace algo más de seis meses comenzaron a utilizar una de las últimas adquisiciones del INTA, el Supercomputador de HP. Tras un proceso de
adaptación de sus programas informáticos a un lenguaje 'entendible' por el superordenador, el ritmo de trabajo se ha multiplicado hasta niveles insospechados, lo
que permite a los científicos ir resolviendo cuestiones "cuyas primeras conclusiones ya están elaboradas en un informe que próximamente publicará una revista
especializada".
Un proyecto de estas caracteríscias sólo es posible gracias a la ayuda de los superordenadores, un sector pionero que está experimentando en los últimos años
un continuo crecimiento, especialmente en sectores como la meteorología, la geociencia, las finanzas, el diseño electrónico, la biociencia, la medicina o el diseño
asistido por ordenador.
En España, HP tiene varios superordenadores ya en funcionamiento, entre otros el del INTA, un 'cluster' de más de 25 nodos con una capacidad de
procesamiento y almacenamiento que hace posible acometer proyectos científicos que, hasta ahora, eran inabordables. Además de tratar de indagar en los
orígenes de la vida, en los diferentes laboratorios del INTA utilizan el supercomputador para un estudio sobre el impacto de las torres eólicas en la navegación
aérea, simulaciones de toberas de motores de cohete, simulaciones de impactos de meteoritos o incluso la identificación de aeronaves en función de las
turbulencias que producen, además de diferentes proyectos del Centro de Astrobiología.
Aportado por Eduardo J. Carletti
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