04/Jun/06

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Se publica por primera vez en castellano la cuarta parte de la saga Perramus

Perramus es una mítica historieta argentian con Borges y Gardel como personajes. Captó el clima de la dictadura y de los primeros años de la democracia.

(Clarín) - A partir de 1985, cuando Perramus apareció en las páginas de la revista Fierro, se convirtió en una historieta clave para entender las cuestiones estéticas y políticas que se discutían en ese momento. En sus páginas estaba todo: la idea de que se podía contar la dictadura militar desde otro registro que no fuera la enumeración de atrocidades, el equilibrio entre la tradición —literaria y gráfica— y la necesidad de hacer algo nuevo, y la voluntad de contar una aventura, sin renunciar a los oscuros sentidos de la historia. Juan Sasturain inventó una trama originalísima, muy oscura al comienzo y que luego se abre a la luz y al humor, mientras Alberto Breccia dio vida, con papeles pegados, con infinitos matices del gris, a una ciudad que parece hecha para ser recordada desde la distancia. Perramus, considerada como una obra maestra desde su publicación, fue el debut de Sasturain como guionista de historietas.

Pronto, Perramus tuvo una segunda parte, "El alma de la ciudad", y una tercera, "La isla del guano. Las dos primeras circularon en un mismo álbum también editado —como "Diente por diente", esta cuarta parte, que ahora sale por primera vez en castellano— por Ediciones de la Flor. Los cuatro episodios están contados con entonaciones diferentes. En la primera dominan el miedo y la soledad: Perramus, un héroe sin memoria —recibe su nombre de la etiqueta de su impermeable— llega a una ciudad de la que nada sabe. Gobiernan los Mariscales, que Breccia dibujó con aire de cadáveres; pero su poder no es total, porque hay una organización de resistencia, la Triple V, que los combate. En esta Buenos Aires alternativa, llamada Santa María, Borges es un conspirador al servicio de la revolución y en sus conferencias sobre Quevedo pasa mensajes cifrados. Borges regresa en la segunda y en la tercera parte, donde se repara una antigua injusticia: gana el Nobel.

En "Diente por diente" —escrita en 1988-89— el humor está más presente que en las anteriores y al borde de la sátira. Los militares ya no están en el poder, se estrena la democracia, y sin embargo algo falta: han robado los dientes de Gardel. El trío protagónico —Perramus, el uruguayo Canelones y El Enemigo— emprende la búsqueda, bajo las órdenes de Borges.

Los personajes de ficción conviven con los reales: García Márquez, Frank Sinatra, Osvaldo Pugliese, Fidel Castro, hasta María Kodama, quien hacia el final sale de su lugar de acompañante para ejecutar una maniobra decisiva. Escribe Sasturain en el prólogo, sobre esta búsqueda: "Ninguna empresa mítica va a salvar(nos) a los náufragos de la historia, pero el gesto de ir a buscar, el viaje en sí, es lo que justifica la entrega y redondea el único sentido".

Perramus ocupa un lugar fundamental en la obra de los dos autores. En el caso de Sasturain (1945) significó un adelanto de lo que después haría en la literatura, cuando pasó de policiales como Manual de perdedores a argumentos que saltan por encima del género, como en la espléndida La lucha continúa. Para Breccia (1919-1993), Perramus marcó el abandono de la experimentación radical, para volver a un registro en que la imaginación gráfica se ocupa de contar la aventura. Así quedó entre sus obras mayores, junto a Sherlock Time, Mort Cinder (ambos de Oesterheld) y los trabajos que hizo junto a Carlos Trillo.

Por Pablo de Santis. Aportado por Eduardo J. Carletti