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"Las emociones se pueden descifrar con base neuronal"
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"El siglo XXI será el del cerebro, porque llegaremos a comprender cómo funcionan la conciencia, el pensamiento y las emociones".
(El País) - Entre los miembros de la comunidad científica dedicada al estudio del cerebro, cada vez son menos los que se atreven a descartar que las emociones
forman parte de la conciencia. Y si la conciencia empieza a ser entendida a partir de mecanismos biológicos, el amor, la pasión, la angustia o el odio también se
podrían explicar a partir de claves bioquímicas e impulsos eléctricos. El neurobiólogo francés Jean-Pierre Changeux (Domont, 1936), profesor en el Institute
Pasteur y en el Collège de France, asegura que las emociones se pueden descifrar desde una base neuronal. Sus trabajos con modelos experimentales, sobre
todo ratones, así parecen demostrarlo. Changeux ofreció recientemente en Bilbao una conferencia organizada por la Fundación BBVA y el Centro de
Investigación Cooperativa CIC-Biogune.
Pregunta. ¿Tienen conciencia los ratones?
Respuesta. La pregunta es si sólo la especie humana tiene conciencia. La tesis de la que parto es que hay una jerarquía de niveles de conciencia y que, aunque el
ratón no posee todas las características de los humanos, sí hay elementos comunes con las personas que nos hacen pensar que efectivamente sí tienen conciencia.
P. ¿Qué tipo de características?
R. Sabemos que el ratón puede cambiar de estado de conciencia: soñar, dormir o despertar, y que puede perderla con la aplicación de anestesia general, como
ocurre con nosotros, y recuperarla cuando desaparecen sus efectos. Dicho de otro modo: el ratón posee un espacio global de representación en el que elabora
un programa de acción. Proponemos que este espacio de trabajo consciente se asocia a una red neuronal compuesta por células nerviosas, identificadas por
Santiago Ramón y Cajal, con axones largos que pueden ir de un hemisferio cerebral a otro.
P. ¿Qué implica esa propuesta?
R. Hemos demostrado que, en el ratón, unas neuronas específicas llamadas colinérgicas liberan una sustancia neurotransmisora, que es la acetilcolina, que juega
un papel fundamental tanto en la vigilia como en la atención, dos elementos característicos de la conciencia. Hemos estudiado el comportamiento de ratones
modificados genéticamente que no tienen receptores para la acetilcolina en los dos grandes tipos de comportamiento del sistema locomotor de esta especie: el
rápido, vinculado con la navegación, y el lento, relacionado con la exploración.
P. ¿Y qué han visto?
R. Hemos llegado a la conclusión de que el receptor de la acetilcolina es necesario para acceder a la conciencia en el caso del ratón y también en el ser humano.
En nuestra investigación se ha comprobado que en los ratones modificados genéticamente sin receptores de acetilcolina su capacidad de exploración desaparece.
Además, un grupo de neurólogos australianos ha relacionado una mutación genética de este tipo de receptor con un tipo de epilepsia, la epilepsia nocturna de
lóbulo frontal.
P. Es decir, que podría pensarse en derivaciones clínicas.
R. Lo fundamental es conocer y comprender la base neuronal de la conciencia. A partir de ahí se pueden pensar o generar aplicaciones.
P. ¿Se está experimentando en nuevos fármacos?
R. Se está analizando el estímulo farmacológico de la vigilia en el caso de personas de edad avanzada con problemas cognitivos. Del mismo modo, se están
estudiando las propiedades de los anestésicos generales y las consecuencias que pueden tener en humanos. Otro aspecto es su posible asociación con el estado
de coma, qué es lo que lo produce y cómo se puede intentar sacar a la persona de ese estado de pérdida de conciencia.
P. ¿Va a facilitar ese tipo de estudios diferenciar molecularmente las acciones conscientes y las inconscientes?
R. No es necesario ir tan lejos. Se puede establecer cuándo una visión es consciente o inconsciente comparando las imágenes cerebrales. En éstas, los
investigadores encuentran que la corteza prefrontal está activada por el mecanismo de lo consciente y no por el del inconsciente. Esto tiene relación con la
hipótesis de la que nosotros partimos, que es que el espacio de trabajo consciente se compone de neuronas con axones largos que se ubican en la corteza frontal
del cerebro.
P. Habla usted de la conciencia como un estado fisiológico con base neuronal. ¿Esta explicación se puede utilizar para las emociones?
R. Las emociones forman parte del estado consciente y son importantes para la evaluación de lo que está ocurriendo alrededor del sujeto. Se incluyen en la
descripción de la base neuronal de la conciencia. Y esto está en la línea de lo que dice Antonio Damasio [científico portugués especialista en el estudio de la
mente desde la perspectiva de la neurociencia], que asegura que las emociones forman parte de la conciencia.
P. ¿Se podrían descifrar las emociones desde una base neuronal?
R. Sí, porque hay bases neuronales que se pueden explicar. Hay una parte del cerebro, que se conoce como sistema límbico, que está regulando las emociones.
En el siglo XIX se descubrió este sistema estudiando el cerebro de personas infectadas por el virus de la rabia, que destruía de forma selectiva las neuronas del
sistema límbico y alteraba las emociones, de ahí el nombre de la rabia. Desde entonces se han realizado numerosos estudios, como el de Damasio y otros
investigadores, que han profundizado en esa línea.
P. ¿Y expresiones humanas como el arte, que usted ha analizado con especial interés?
R. Hay una nueva disciplina, denominada neuroestética, que relaciona la creación y la contemplación estéticas con las funciones del cerebro, y que es sumamente
interesante.
P. ¿Cuándo se alcanzará un conocimiento completo del cerebro?
R. He comentado en alguna ocasión que el siglo XXI será el siglo del cerebro porque los neurobiólogos llegaremos a comprender cómo funcionan la conciencia,
el pensamiento y las emociones. En los últimos 50 años se ha progresado mucho y el progreso continuará. No obstante, también estoy seguro de que quedarán
muchas cosas que descubrir.
P. ¿No le producen temor las implicaciones que puede acarrear el conocimiento completo de este órgano?
R. No, pero es importante recalcar que hay que estar atentos para que los trabajos científicos sobre el cerebro humano sean utilizados para luchar contra las
enfermedades neurológicas y psiquiátricas, mejorar la calidad de vida y ayudar a la educación de la sociedad.
P. ¿Por qué ha utilizado la nicotina en sus investigaciones sobre los receptores de la acetilcolina?
R. El receptor que nosotros estudiamos se llama también receptor nicotínico de la acetilcolina, un término propuesto a principios del siglo XX. Además de ser un
receptor de la acetilcolina, lo es también de la nicotina.
P. ¿Qué implicaciones tiene?
R. Está en proceso de estudio, pero algo que se empieza a saber ahora es que los esquizofrénicos son fumadores compulsivos. En el 98% de los casos se
considera que estos enfermos utilizan el tabaco como automedicación. Por esta razón, se está analizando el uso de la nicotina como medicamento.
Aportado por Eduardo J. Carletti
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