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La maldición de la momia. Relatos de horror sobre el antiguo Egipto
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La editorial Valdemar publica la primera antología en español de relatos sobre momias. El libro recopila lo mejor de la tradición anglosajona e incorpora tres
cuentos de autores vivos.
(Diario de León) - Los aficionados a las historias de momias están de enhorabuena. Por primera vez en España acaba de publicarse en español una antología de
relatos que tienen por protagonista a estos muertos vendados que constituyen un mito imprescindible de la literatura fantástica y de terror. La maldición de la
momia. Relatos de horror sobre el antiguo Egipto ( Valdemar), cuya edición ha corrido a cargo de Antonio José Navarro, recoge los cuentos más selectos sobre
momias, entre los que destacan los escritos por autores anglosajones. La atracción por los aparecidos, el morbo que provoca toda muerte violenta y la
fascinación que ejercen las culturas paganas y orientales son algunos elementos que convierten a la momia en un personaje de ficción de primer orden. A todo
ello se une la convicción que anidó en el imaginario popular de que el descubrimiento de una momia entrañaba una maldición sobre el que hacía el hallazgo. «El
ejemplo clásico es la profanación de la tumba de Tutankamon, que, según la leyenda, acarreó la muerte de Lord Carnarvon, el mecenas de la expedición. En
cambio, su descubridor, el egiptólogo Howard Carter, murió plácidamente en la cama», explica Navarro.
En la recopilación de relatos figuran clásicos como Conan Doyle, Sax Rohmer o Rudyard Kipling y autores vivos contemporáneos como Norberto Luis Romero,
Pilar Pedraza o José María Latorre. La proliferación de escritores anglosajones estriba en que Egipto fue durante mucho tiempo un protectorado británico y que
fueron sus arqueólogos los que elevaron la egiptología a categoría de ciencia.
Cara y cruz
Según Navarro, el personaje de la momia tiene su cara y su cruz. Si por un lado combina dos elementos de la literatura fantástica muy comerciales como la
violencia y el sexo, por otro se trata de una figura muy limitada. Para el antólogo, el cine ha hecho bastante daño al género literario al fijar un arquetipo visual de
la momia muy pobre, que se reduce al de un «autómata cubierto de vendas que destruye todo lo que encuentra a su paso». El folclore atribuye el maleficio de la
momia para quien desvela su escondrijo a causas tan dispares como estrafalarias. Desde la existencia de bacterias milenarias que cobran actividad cuando se
abre el sepulcro hasta la colocación estratégica de elemento radiactivos. «Yo no me atrevería a decir que hay base científica» para sostener esta tesis, arguye el
experto.
Pese a la mala suerte que se atribuye al monstruo, el polvo de momia egipcia fue un medicamento muy codiciado en Oriente Próximo y en ciertos ambientes
aristocráticos europeos. Francisco I de Francia (1494-1547) utilizaba el fármaco para sanar sus dolencias. Si bien el mito de la momia ha tenido un desarrollo
fecundo en la literatura, lo cierto es que aún no se ha escrito una gran novela al estilo de lo que hizo Bram Stocker con Drácula y los vampiros o Mary Shelley
con Frankenstein. «Ha habido algunos intentos importantes. El propio Stocker escribió una novela preciosa sobre momias, La joya de las siete estrellas, pero no
estuvo tan afortunado como con Drácula». Y es que a juicio del antólogo, los vampiros o los humanoides artificiales son mitos que gozan de más fortaleza
literaria que el de las momias.
Un hecho curioso que distingue a algunos autores que figuran en la compilación es su afición por el espiritismo. Es el caso de Conan Doyle, quien a pesar de ser
un médico y un hombre con una sólida cultura, trató de comunicarse con los espíritus. Conde Louis Hamos, otro de los cultivadores del género, era un espiritista
«reconocido y confeso» e incluso parecía poseer dotes adivinatorias. No en vano, predijo con exactitud el inicio y el fin de la Guerra de los Bóers y la muerte de
la reina Victoria.
Aportado por Eduardo J. Carletti
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