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Aumenta la NASA su comprensión sobre los cometas
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El observatorio Explorador de la Evolución de la Galaxia de la NASA observó el proceso de fotoquímica al enfocar sus ojos ultravioleta hacia el cometa
Machholz en su travesía hacia el interior del Sistema Solar.
(El Universal) - Los cometas pueden ser admirados por sus espectaculares "colas", pero en su "corazones" transportan importantes ingredientes que podrían dar
pistas sobre las condiciones de las etapas tempranas del sistema solar y de la formación de los planetas.
Para profundizar más respecto de tales ingredientes, el observatorio Explorador de la Evolución de la Galaxia (Galex por su acrónimo en inglés) de la NASA
enfoca periódicamente sus ojos ultravioleta hacia cometas que vagan hacia el interior del Sistema Solar.
"Las propiedades que hacen del Galex un excelente instrumento para estudiar galaxias externas también se adaptan para el estudio de cometas. Estas
propiedades incluyen un amplio campo de visión con una sensibilidad casi uniforme, y sensibilidad a emisiones ultravioleta", dijo Jeffrer Morgenthaler, de la
Universidad de Washington en Seattle, de acuerdo con información difundida por la agencia espacial estadounidense.
A principios de 2005, Morgenthaler encabezó un proyecto de investigación huésped en el Galex para realizar observaciones ultravioleta del cometa Machholz
mientras se aproximaba a la Tierra.
Los cometas son bolas de polvo congelado creados al mismo tiempo que los planetas, y pasan la mayor parte de su tiempo vagando por las zonas más frías de
nuestro sistema solar.
Muchos astrónomos las consideran "congeladores cósmicos" que preservan ingredientes de las primeras etapas de nuestro sistema solar en condiciones prístinas.
Periódicamente, los cometas viajan hacia el interior del sistema solar, y al acercarse al sol entran en un proceso de descongelamiento llamado "sublimación", a
través del cual los sólidos se convierten directamente en gas.
El material del cometa liberado durante la sublimación forma la cola y el tenue escudo de gas que rodea su corazón, comúnmente llamado "coma".
Excepto por el puñado de cometas que han sido objetivo de misiones de naves de aproximación, tales como las misiones Deep Impact y Stardust de la NASA,
la bola de polvo congelado, o núcleo del cometa, ha sido difícil de observar.
De acuerdo con Morgenthaler, hasta el día en que los astrónomos puedan aterrizar en un cometa y "probarlo", como lo tiene previsto la misión Roseta de la
Agencia Espacial Europea en 2014, los mejores acercamientos a la composición de los hielos que forman el núcleo provienen del estudio del coma.
Aquí es donde es útil el Galex. Normalmente el coma de un cometa es difícil de estudiar con telescopios ópticos porque la luz solar reflejada por las partículas de
polvo en la cola del cometa son deslumbrantes.
Sin embargo, debido a que la luz solar no brilla tanto como la ultravioleta, el Galex proporciona a los astrónomos una mejor visión del coma. Con los equipos del
telescopio, los astrónomos pueden convertir el resplandor del coma del cometa en diferentes colores para identificar su composición atómica y molecular.
"En principio, al estudiar el brillo relativo de las líneas de emisión del coma, podemos decir cuáles son las concentraciones relativas de varios materiales en el
núcleo de un cometa. En la práctica, este problema es complicado por los varios procesos de materiales que se desprenden del coma", dijo Morgenthaler.
"Resolver estos efectos es parte de lo divertido de la ciencia".
La molécula hidroxil, por ejemplo, existe en el coma de un cometa, pero en realidad no se encuentra en su núcleo. De observaciones previas, los astrónomos
saben que el hidroxil se forma cuando la luz ultravioleta del sol separa moléculas de agua sublimadas en un proceso llamado fotoquímica.
A través del mismo proceso, las moléculas de hidroxil eventualmente se descomponen en oxígeno e hidrógeno conforme pasa el tiempo.
Al estudiar con exactitud cómo las emisiones de hidroxil del cometa Machholz se desvanecen al incrementar la distancia respecto del núcleo del cometa,
Morgenthaler y su equipo esperan entender mejor el proceso de fotoquímica.
"Al aumentar nuestra comprensión de la fotoquímica, mejoraremos nuestra habilidad de comprobar la composición del núcleo de un cometa usando las emisiones
del coma", dijo el experto.
"Ya que no podemos enviar una nave espacial a cada cometa que se acerca, las observaciones del coma son nuestra única manera de estudiar una cantidad
suficientemente grande de cometas para darnos una idea de lo que pasó en las primeras etapas del sistema solar y qué ha pasado con los cometas desde
entonces".
El 4 de julio de 2005, un equipo de investigadores dirigidos por Paul Friedman, de la Universidad John Hopkins, en Baltimore, también usó el telescopio Galex
para estudiar el coma del cometa Tempel 1 cuando la misión Deep Impact de la NASA proyectó una cápsula de impacto de 373 kilogramos al cometa. Los
datos obtenidos por la nave de aproximación y desde varios otros observatorios, incluido el Galex, están siendo analizados.
Basado en el éxito de las observaciones del Machholz y el Tempel 1, el equipo de Morgenthaler usó el Galex para observar el cometa Schwassmann-Wachmann
3 a inicios del 2006. Este cuerpo cósmico ofreció un espectáculo para los astrónomos, al dividirse en múltiples fragmentos mientras tenía una inusual
aproximación a la Tierra.
Aportado por Eduardo J. Carletti
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