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Murió Aníbal Vinelli, gran crítico de cine
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Crítico y especialista agentino. Tenía 66 años, sufrió un infarto el sábado 18 de septiembre.
El sábado pasado, como consecuencia de un infarto, falleció el crítico cinematográfico Aníbal M. Vinelli. Tenía 66 años y una extensa carrera periodística en
diarios, revistas y audiciones radiales. Había nacido el 9 de marzo de 1940 y desde muy joven se sintió atraído por el periodismo, y alentado por su padre, que
se desempeñó durante muchos años en la redacción de La Nación, comenzó a colaborar en diversas publicaciones.
Pero sería el cine lo que despertaría su interés. Espectador atento de los films que se exhibían en el mítico cine Lorraine, se convirtió en un incansable
coleccionista de videos y discos de bandas musicales de películas y recogió las notas que se publicaban sobre el cine de aquella época. Con este bagaje
comenzó a hacer críticas cinematográficas en los diarios La Voz y La Hoja , donde ya se apreciaba su lenguaje irónico, cargado de sabiduría.
Posteriormente colaboró durante varios años en las revistas Humor y Somos, participó en audiciones radiales en las emisoras El Mundo, Continental y Belgrano,
y desde 1978 hasta 1979 se desempeñó como jefe de la sección Espectáculos en La Opinión . En 1987 recibió el Diploma al Mérito de la Fundación Konex y
en 1988 y 1992, el galardón al mejor crítico de video otorgado por la revista Sin Cortes. Su cordialidad y su simpatía le valieron una legión de amigos que lo
valoraron a lo largo de una trayectoria que transitó con humildad y calidez.
En 1986 ingresó en el diario Clarín, donde permaneció ininterrumpidamente hasta hace dos meses, en que se acogió a la jubilacíón. Pero no se alejó de su pasión
por el cine. Su sapiencia acerca de la historia del séptimo arte quedó como ejemplo de las nuevas camadas de críticos, muchos de los cuales lo convirtieron en,
como él lo repetía con humor, "un maestro sin título".
El fallecimiento de Vinelli deja a la crítica argentina con una ausencia difícil de llenar. Ya no veremos más su robusta estampa ni su portafolio repleto de recortes,
de notas y de videos. Queda ahora el recuerdo de su bondad y de esa sonrisa que él aportaba como signo de optimismo en la profesión.
Sus restos no fueron velados y recibieron sepultura el domingo en el cementerio de Chacarita.
Aportado por Eduardo J. Carletti
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