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Infortunadas estrellas cercanas a monstruos cósmicos se ven como cometas
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Según opina un grupo de astrónomos que ha utilizado el Telescopio Espacial Spitzer, las estrellas deben vivir en un vecindario cósmico relativamente tranquilo
para poder engendrar planetas
Un equipo de científicos del Observatorio Steward de la Universidad de Arizona, Tucson, llegó a esta conclusión luego de observar como la intensa luz
ultravioleta y los fuertes vientos de las estrellas tipo O barren los discos potencialmente formadores de planetas, o discos protoplanetarios, que giran alrededor
de estrellas como nuestro Sol. Con masas hasta 100 veces superiores a la del Sol, las estrellas tipo O son las más masivas y energéticas del universo: emiten al
menos un millón de veces más energía que nuestra estrella.
Según el Dr. Zoltan Balog, autor principal del artículo del equipo, los ojos infrarrojos ultra-sensibles de Spitzer son ideales para capturar la "fotoevaporación" de
estos discos formadores de planetas. En este proceso, la inmensa emisión de la estrella tipo O calienta de tal forma a los discos que rodean a las estrellas
cercanas tipo Sol que buena parte del gas y del polvo se evaporan (en forma parecida a la evaporación del agua hirviente), y el disco no puede seguir
reteniéndola. Luego, los estallidos de fotones provenientes de la estrella tipo O expulsan al material evaporado, despojando a las estrellas tipo Sol de su
capacidad de crear planetas.
"Podemos ver que estos sistemas adoptan una estructura cometaria mientras son expulsados y destruidos", dijo Balog.
"Ningún otro telescopio ha podido capturar antes con tanto detalle la fotoevaporación de un disco protoplanetario", agregó la Dra. Kate Su, co-autora del
artículo de Balog.
Según Su, el proceso de fotoevaporación es muy similar al que forma la cola de un cometa a medida que éste se recorre el Sistema Solar interior, aunque mucho
más violento y en una escala muchísimo mayor.
"Cada vez que una partícula de luz proveniente de la estrella tipo O golpea un grano de polvo del cercano disco protoplanetario, lo empuja lejos de su estrella
materna", dijo Su. "Es muy parecido a como se forman las colas de los cometas".
"Desafortunadamente, estas estrellas tipo Sol se acercaron demasiado al fuego", comenta el Dr. George Rieke de UA Regentes, quien es también co-autor del
artículo e investigador principal del instrumento fotómetro multibanda de imagen (MIPS) de Spitzer, con el que se realizaron las nuevas observaciones.
En última instancia, los astrónomos esperan determinar si todas las estrellas tienen planetas, y en caso negativo, averiguar la razón por la cual una estrella pierde
su capacidad de formarlos. Los descubrimientos de Spitzer ayudarán a los astrónomos a comprender qué es lo que regula el proceso de formación planetaria.
Los miembros del equipo dicen que originalmente estaban buscando "estrellas sin disco", es decir, estrellas que se hubieran acercado tanto a una estrella tipo O
que ya no tuvieran sus discos. Con tantas estrellas tipo O en la región, no esperaban que un disco protoplanetario sobreviviera por mucho tiempo. Sin embargo,
descubrieron algo muy diferente: estrellas que recientemente se habían acercado al vecindario hostil de una estrella tipo O y que todavía estaban en el proceso de
perder sus discos.
"Ver discos protoplanetarios en un área donde nadie esperaba ver uno, es algo muy emocionante", dio Balog. "Pero contemplar un disco en el proceso de
evaporación es todavía más impresionante".
El artículo de Balog fue aceptado recientemente para su publicación en la revista Astrophysical Journal. Actualmente, el investigador se encuentra en la
Universidad de Arizona con licencia del Departamento de Óptica y Electrónica Cuánticas de la Universidad de Szeged, Hungría. Los astrónomos James
Muzerolle y Erick T. Young de la Universidad de Arizona colaboraron en las observaciones con Balog, Rieke y Su.
Fuente: Astroseti, Univ. de Arizona. Aportado por Eduardo J. Carletti
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