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En el momento de su formación, el Sol tenía estrellas hermanas
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Al nacer, el Sol estuvo hermanado con otras estrellas que nacieron con él y, de acuerdo con las últimas investigaciones, no una o dos, sino cientos o miles de
ellas.
Al menos una de estas estrellas fue supernova, lo que da más apoyo a la idea de que, si nuestro Sistema Solar se formó en un ambiente así, explosivo, puede
haber una gran cantidad de planetas alrededor de otras estrellas.
"Sabemos que la mayoría de las estrellas en nuestra galaxia nacieron en cúmulos de estrellas", dijo Leslie Looney, quien llegó a este hallazgo junto a sus colegas
de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaigne. "Ahora también sabemos que el Sistema Solar recién nacido no sólo surgió en uno de esos cúmulos, sino
que además sobrevivió al impacto de una estrella en explosión. Esto indica que que son los sistemas planetarios son tremendamente resistentes, y que éstos
pueden ser comunes incluso en las cunas de estrellas más tumultuosas".
La evidencia de las estrellas hermanas del Sol se halló en lo que llaman "hijas" partículas desintegradas a partir de isótopos radiactivos de hierro atrapadas en
meteoritos, que se pueden interpretarse como restos fósiles del nacimiento del Sistema Solar.
Estas "hijas" permitieron que Looney y sus colegas deduzcan que explotó una supernova con una masa de alrededor de 20 soles relativamente cerca del
proto-sol cuando éste se formaba, hace 4 600 millones de años; donde hay supernovas u otras estrellas masivas, también pueden detectarse cientos o miles de
estrellas similares al Sol, dijo.
El cúmulo de miles de estrellas se dispersó hace miles de millones de años, debido a la falta de un tirón gravitacional, dejando a las estrellas hermanas "perdidas
en el espacio", y a nuestro Sol con la apriencia de ser un hijo único.
La investigación se aparecerá en detalle en el Astrophysical Journal.
"Este hallazgo además tiene excitantes implicaciones para la vida en otros sistemas solares", dice Looney, "puesto que la mayor parte de las estrellas han nacido
en cúmulos".
"Si nuestro planeta favorito, la Tierra, nació en el desagradable ambiente de un cúmulo, con fuertes efectos gravitacionales y de radiación, entonces la mayoría de
las estrellas pueden tener planetas", dijo Looney. "Y no sólo planetas, sino planetas en los que se pueda producir vida similar a la terrestre".
"Los astrónomos deberán poner más atención en cómo se forman los planetas en los cúmulos", dijo, "porque puede que la formación de planetas sea más común
de lo que esperábamos".
Isótopos y supernovas
Cuando las estrellas masivas estallan y se convierten en supernovas, producen isótopos radiactivos que son expulsados con violencia y se mezclan con el polvo y
el gas estelar, condensándose en forma de estrellas y planetas. En el caso de nuestro Sistema Solar, esto significa que algunos de los isótopos fueron atrapados
en las rocas que se condensaron para formar el Sistema Solar primitivo. Los meteoritos son los restos de aquellas rocas, de manera que contienen los residuos
radiactivos, una especie de "hija", de los isótopos creados por la supernova.
Looney y sus colegas midieron la abundancia de estas "hijas" para calcular que la supernova vecina estuvo a algo así como 0,32 a 5,22 años luz del Sol. En la
actualidad la estrella más cercana al Sol es Alfa-Centauri, a 4,36 años luz.
"La supernova estuvo increíblemente cerca", dice Brian Fields, co-autor de Looney, "nuestro Sistema Solar todavía estaba en proceso de formación cuando
ocurrió la supernova".
Fuente: Space.com. Traducido por Eduardo J. Carletti
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Más información:
In Formative Years, the Sun Had Sisters