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Publicaciones recibidas: "Buenos Aires es leyenda 2", de Guillermo Barrantes y Víctor Coviello
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Reseñamos esta segunda entrega del libro de releva los mitos y leyendas proteños, editado por Planeta.
Esta es una reseña donde es difícil ser
objetivo. No sólo porque Víctor Coviello es amigo de la casa y un amigo personal, ni porque en su momento hice la reseña de Buenos Aires es
Leyenda, cuando todavía no se sabía que vendría otra parte y aquella gata amarilla de la tapa nos provocaba a entrar en una dimensión desconocida de
Buenos Aires. También porque soy un apasionado de los mitos y la mitología, y de esto se trata, como dice el mismo libro en su tapa: "Mitos urbanos de una
ciudad misteriosa". Y también porque soy uno más de los amantes de Buenos Aires, esta ciudad inmensa, multiforme, cosmopolita, arquitectónicamente
variegada, abigarrada, colorida. Recostada sobre el río, atravesada por avenidas y autopistas. Auténtica ciudad de luces y sombras, proveedora de espacios de
todo tipo para todo tipo de personas y personajes.
Y de personajes también se trata en este libro. Como dijera otro común amigo, en este segundo libro podemos notar un vuelco, un cambio de mirada y un
énfasis puesto sobre los personajes, los narradores, los intérpretes, exégetas o apóstoles del mito. Los personajes terrible o maravillosamente auténticos de
cada barrio, que Coviello y Barrantes encontraron en su pesquisa. Algunos siniestros, parcos otros, frenéticos y enfáticos, sospechosos o amistosos. Cada mito
y cada barrio tienen uno o más personajes a través de los cuales nos adentramos en su espacio, en esta nueva dimensión desconocida vernácula de los mitos
porteños.
Luego de tan prolongada introducción, parece innecesario aclarar de qué trata el libro, pero es parte obligada de toda reseña. El libro, al igual que la primera
parte, es una colección de diversos mitos urbanos, todos ellos adscriptos a la ciudad de Buenos Aires. Están clasificados por el barrio de su origen, el lugar
donde habrían acontecido los hechos referidos por el mito. Para aquel que no esté muy seguro de qué es un mito urbano, el libro contiene un pequeño apéndice
donde los autores caracterizan el mito urbano como ellos lo entienden, de acuerdo a sus síntomas.
De cada mito los autores exponen la narración de una o más de sus formas, algún relato de sus investigaciones sobre los sucesos, testimonios de gente del
barrio (aquí es donde aparecen los entrañables personajes que mencionaba antes), referencias, hechos similares, etc. Estas investigaciones procuran enriquecer
el mito con método periodístico, no intentan la refutación ni comprobación, ya que el mito esquiva ambas por su misma naturaleza. Los autores juegan siempre
sobre la línea que separa lo que decidimos creer de lo que elegimos dudar, acumulan detalles y descripciones, nos hacen un guiño cómplice cambiando de punto
de vista y nos cierran un capítulo planteando un fuerte interrogante.
Este libro en algún sentido es más literario que el anterior. Pude apreciar una mayor soltura en la pluma, tal vez por la confianza sustentada en el éxito de la
primera parte, tal vez simplemente por la evolución y el enriquecimiento que dan la práctica y el estudio de un tema. Pero he disfrutado mucho del mejoramiento
de la fórmula utilizada en el primer volumen para describir los mitos e investigaciones. También hay mayor soltura y disfrute en el uso del humor.
Los detalles de la edición se mantienen: una tapa interesante, con un toque de misterio, esta vez de la mano de una paloma, protagonista del primer mito del
libro. Hay que admitir que después de leerlo, la tapa misma adquiere un halo inquietante y perturbador, como pasa con muchas zonas de nuestra ciudad. Este
libro cambia nuestra forma de percibir el espacio y el pulso de la ciudad. Pero estaba hablando de la edición, y se mantiene también la tipografía cómoda, los
planitos que nos ayudan a ubicar mejor las zonas de mitos y el escudito de la ciudad junto a los números de página.
Un detalle no tan bueno es que las páginas tienen cierta tendencia a separarse del cuerpo principal del libro y tomar vuelo propio… literalmente. No es un libro
que resista muchos viajes en colectivo, y creo que esto debería corregirse en próximas entregas ya que es un libro para disfrutar en movimiento y no en el
encierro de una casa.
No voy a terminar sin mencionar antes algunos de los mitos presentados en esta entrega, los que más me interesaron o me tocaron más de cerca. El dragón de
Villa Crespo, con su reminiscencia de Sábato, llamó poderosamente mi atención con un narrador tan particular y misterioso como el mito mismo. La posibilidad
de Dante inhumado en el Pasaje Barolo, debajo de una puerta a otros mundos, quizás a sus tan mentados cielo e infierno, me asombra. El chat diabólico me
preocupa como al que más; siendo asiduo usuario de Internet y de las computadoras es alarmante pensar qué diablos (literalmente) estará sucediendo en el
espacio virtual. Los espíritus de fuego en el Parque Chacabuco me intrigan, sobre todo ahora que soy vecino de la zona. Y los dos mejores: el mito de la
creación de Floresta de resonancias Dickianas y por otro lado la deliciosa teoría del azar matemáticamente predecible en una fórmula tan simple, tan directa,
como para calcular con una maquinita de bolsillo el número de la lotería vespertina.
Y esto que mencioné, no es ni la mitad de los capítulos que componen este libro imperdible. Y sólo les di títulos… No puedo transmitir en estas breves líneas el
encanto de entrar en cada mito urbano, recorrer con los autores/investigadores/narradores las calles de los barrios, leer cada testimonio o entrevista y dejar que
la imaginación y la especulación nos muestren otra cara de la ciudad de Buenos Aires. Los invito a compartir estos recorridos.
Por Carlos Ferro para Axxón y Garrafex News.
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