10/Dic/06!f>
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Los científicos observan un tsunami en el Sol
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Una importante llamarada en el Sol a principios de esta semana generó lo que los científicos están llamando un tsunami solar.
La onda expansiva tipo tsunami, llamada formalmente "onda de Moreton", se deslizó por la ardiente superficie destruyendo dos filamentos visibles de gas frío en
lados opuestos de la cara visible del Sol.
Los astrónomos, que se enontraban utilizando el prototipo de un nuevo telescopio solar en New México, registraron el suceso.
Esas ráfagas de ondas de gran escala ocurren muy pocas veces, sin embargo, son muy poderosas, dijo K.S. Balasubramaniam del Observatorio Solar Nacional
(NSO) en Sunspot, NM, Estados Unidos, "ellas se propagan rápidamente en cuestión de minutos hasta cubrir el Sol entero, barriendo el material filamentario".
No es usual ver un acontecimiento así desde un observatorio terrestre, dijo Balasubramaniam. Y también fue inusual que haya ocurrido cerca del mínimo solar,
cuando el Sol está en su estado menos activo de su ciclo de 11 años.
Pero la actividad solar se puede producir en cualquier momento. Llamaradas como ésta se propagan desde las manchas solares, que son regiones oscuras y de
menor temperatura que cubren una actividad magnética ubicada debajo de ellas. Cuando estas "tapas" o coberturas estallan, se produce una emisión de colosales
dosis de materia sobrecalentada y radiación.
La mancha solar 929 comenzó a impactar sobre las llamaradas el martes, cuando un observatorio espacial detectó el acontecimiento llamado "X-9". Cuando otra
llamarada entró en erupción el miércoles, la red solar óptica de patrullaje del NSO (OSPAN) estaba observando.
Una onda expansiva se propagó como el oleaje de una roca lanzada en una charca. Esto se observó como iluminación en el gas de hidrógeno comprimido y
caliente. Los astrónomos realzaron el contraste de las imágenes para poner en evidencia el efecto, y crearon una animación del acontecimiento.
Más adelante, la onda expansiva barrió dos filamentos oscuros ampliamente separados en la superficie solar, haciéndolos desaparecer por algunos minutos. Los
científicos no están seguros de si los filamentos fueron soplados o comprimidos de modo que quedaron fuera de la vista por un tiempo, según una declaración de
NSO.
Los analistas prevén que hay una posibiidad de un 40 por ciento de que haya llamaradas más importantes este fin de semana. Los centinelas del cielo
(Skywatchers) en Alaska y Canadá, y los situados más al norte de Estados Unidos, estarán en su puesto de observación para observar las auroras boreales
generadas por la tormenta espacial.
Fuente: Space.com. Traducido por Eduardo J. Carletti
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