13/Dic/06!f>
|
Revista Axxón
Axxón en facebook
Lectores de Axxón en facebook
|
|
Abracadabra: pierden y encuentran dos originales de Borges
!t>
Luego de un susto, los manuscritos, que suman un valor de unos 900.000 dólares, aparecieron y están ahora en una librería de Boston.
Obviando el anacronismo, la trama podría integrar el libro Ficciones: autorreferencialidad, misterio, apenas un sesgo de ironía. Dos
textos de Borges, valuados en 900 mil dólares, desaparecen misteriosamente entre anaqueles, a principios del siglo XXI. El local lo revisan el propietario,
policías y personal de la aseguradora, pero recién reaparece allí, en el mismo lugar, horas después de que la noticia llegara a la
prensa internacional. Después de todo, ¿a quién no le ha pasado?
El lugar es un sótano de quince por veinte en el que se acumulan unos diez mil volúmenes de filosofía y literatura moderna. Se trata de la
Lame Duck (algo así como "El pato rengo"), una librería ubicada en Cambridge, Massachusetts, cerca de la Universidad
de Harvard. Ayer, una nota en el diario The Harvard Crimson anunciaba que los manuscritos originales de La Biblioteca de Babel y Pierre
Menard, autor del Quijote, dos cuentos claves en la trayectoria de Jorge Luis Borges, habían desaparecido. Los vendían a 500 y 450 mil
dólares respectivamente.
Saúl Roll, empleado de la librería, contaba que la última vez que los vieron fue el 12 de noviembre, en una feria de libros antiguos en
Hamburgo, Alemania, y era posible que no hubieran vuelto de allí. Roll y su jefe estaban prácticamente seguros de que habían sido
robados, y ya habían hecho la denuncia a Interpol, a la Policía de Cambridge y a la aseguradora, que conducía su propia
investigación.
El propio Roll atiende al llamado de Clarín, en inglés. Pronto salta a un castellano zumbón y agradable en el que cuenta:
"¡Aparecieron, acaban de aparecer!", y algo después, dice que se sienten "avergonzados... y felices, imagínate".
Roll dice que estaba al teléfono cuando escuchó los gritos de John Wronoski, el propietario de la librería. Corrió hacia
allí y se encontó a Wronoski con los manuscritos de Borges en la mano. "El estaba empacando un envío de fotografías
autografiadas, por otro tema, cuando descubre que entre una foto y el cartón estaban los manuscritos."
La euforia duró poco: enseguida llegaban varias camionetas de prensa para entrevistarlos sobre el robo que aparentemente nunca existió y
debían explicar que los manuscritos se habían colado detrás de un retrato. Eran diecinueve hojas; la foto, de André Malraux.
"Tendremos mucho más cuidado", asegura Roll, que dice que la librería cuenta con manuscritos de otros cuentos y ensayos de
Borges.
¿Una maniobra publicitaria?
Fuente: Clarín. Aportado por Eduardo J. Carletti
!c>