13/Dic/06!f>
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Descubren anillos gigantes alrededor de cúmulo de galaxias
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Los nuevos segmentos de anillos recientemente descubiertos miden unos 6 millones de años-luz de extremo a extremo y rodean un cúmulo de galaxias llamado
Abell 3376, a más de 600 millones de años-luz de la Tierra.
"Estos anillos gigantes, emisores de ondas de radio, probablemente son el resultado de ondas expansivas causadas por las violentas colisiones de grupos más
pequeños de galaxias dentro del cúmulo", explica Joydeep Bagchi, del Centro Interuniversitario para la Astronomía y la Astrofísica en Pune, India, que dirigió el
equipo de investigación internacional.
Los nuevos segmentos de anillos recientemente descubiertos miden unos 6 millones de años-luz de extremo a extremo, y rodean un cúmulo de galaxias llamado
Abell 3376, a más de 600 millones de años-luz de la Tierra.
Fueron descubiertos porque sus electrones en rápido movimiento emiten ondas de radio cuando se mueven en espiral alrededor de las líneas del campo
magnético en el espacio intergaláctico.
Para observar este extraordinario cúmulo de galaxias, los científicos usaron el radiotelescopio VLA. Y también el XMM-Newton de la Agencia Espacial
Europea, el observatorio de rayos X más sensible del mundo.
Las observaciones en rayos X hacen pensar en una reciente colisión y fusión de dos o más cúmulos menores. Un fenómeno de esa naturaleza está entre los
eventos más energéticos del universo después del Big Bang. Con transferir a los electrones sólo una diminuta fracción de la energía total de esta colisión, eso
bastaría para hacerlos emitir las ondas de radio observadas por el VLA.
Sin embargo, la pregunta principal es: ¿cómo se logra esto? Los científicos han calculado que la energía total del choque de los grupos de galaxias sería suficiente
para mantener brillando a nuestro Sol durante muchos años, una cifra de nada menos que un 2 seguido por 22 ceros.
Los investigadores piensan que las ondas de choque provienen de la colisión de un grupo más pequeño de galaxias con el cuerpo principal del cúmulo más
grande.
Cuando dos objetos tan masivos chocan entre sí a velocidad supersónica, se crean gigantescas ondas de choque en el gas circundante, que viajan hacia las
regiones exteriores del cúmulo a una velocidad de miles de kilómetros por segundo.
El mecanismo exacto para producir las ondas de choque todavía esta abierto a discusión.
Ésta es la primera evidencia observada para este tipo de onda de choque alrededor de un cúmulo masivo de galaxias.
El descubrimiento será útil para comprender mejor el gas enrarecido entre las galaxias, y también para conocer más sobre los campos magnéticos en el exterior
de tales cúmulos, campos magnéticos cuyo origen todavía se desconoce.
Además, los científicos especulan con que regiones violentas como la del Abell 3376, pueden ser lugares en los que se originan los rayos cósmicos.
Estos rayos están formados por protones o núcleos atómicos acelerados casi a la velocidad de la luz.
Exactamente de dónde vienen estos rayos cósmicos y qué procesos les suministran tan enormes energías, constituye un fascinante problema no resuelto todavía
por la física.
Una fuente de aceleración cósmica que contenga poderosas ondas de choque y campos magnéticos que se extiendan por millones de años-de luz, es capaz de
acelerar un protón o núcleo a tan elevadas energías.
Fuente: El Porvenir. Aportado por Eduardo J. Carletti
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