22/Ene/06

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Publicaciones recibidas: "El Río de los Dioses", de Ian McDonald

India, 2047. Diez personajes de diferente sexo, trabajo, nivel social y religión entrelazan sus vidas en una trama sumergida en el trasfondo multicolor de la vida cotidiana, la cultura y la mitología hindú. En semejante fresco inmenso y en sorprendente cambio, aparece la posibilidad de un terrible fin, ¿o acaso es un nuevo comienzo?

Título: El Río de los Dioses
Titulo original: River of Gods
Premios de la novela: BSF (2005) , Hugo (nominada) (2005) , Arthur C. Clarke (nominada) (2005)
Autor: Ian McDonald
Traducción: Manuel Mata Álvarez
Fecha de publicación: Mayo 2006
Páginas: 448
Colección: SOLARIS FICCION N° 77
Género: Ciencia Ficción
448 páginas

Hay novelas que se leen advirtiendo que su autor las ha estructurado y desarrollado como si fuese un arquitecto: en un caso, directas y lineales como edificios de oficina; en otro, llenas de recovecos, adornos y símbolos como un castillo medieval, o una catedral.

En esta obra, en cambio, Ian McDonald da la impresión de haber actuado como un cocinero. Y un cocinero de los buenos. El Río de los Dioses, al terminarlo, se siente como el haber terminado un banquete: el haber probado, degustado y saboreado muchas historias, como si fuesen diferentes platos. Pero aunque se tenga presente más un plato que otro, el recuerdo que perdura es ineludiblemente el del conjunto.

Como si fuera poco, a pesar de haber comido cada plato dejándolo vacío —o incluso hasta después de haber repetido la porción— uno no queda indigestado. La obra en sí puede decirse que es completa y entera en sí misma. Uno como lector la recorre y atraviesa, todo un viaje y experiencia, al igual que al probar una comida exótica.

Este banquete exótico es la India, aquí una India fragmentada en diversos estados en conflicto, fragmentados a su vez en diversas clases sociales en conflicto, y todos a la vez en un inmenso tablero donde hay situaciones y decisiones que son la verdadera historia (¿o es sólo lo mismo en un nivel más alto?), tamizada o aderezada con la milenaria y multifacética cultura y religión hindú. Una cultura y religión hindú tratada con exquisito respeto y hasta podría decirse con cariño, mostrándola sin enjuiciarla, sin rebajarla ni exaltarla, pero cuidando en todo momento de preservar su encantadora y conmovedora magia.

Los personajes tienen vida propia, en situaciones muy bien descritas que no abruman. Su aparición en la obra tiene, en cada caso, su propia ruta, su propio sentido y hasta su propia justicia. En esencia, son diez, aunque hay algunos secundarios que aparecen en dos o tres páginas y se vuelven inolvidables. Cada uno de ellos es una faceta del gran conjunto, con su toque perturbador —uno en lo político, otro en lo tecnológico, lo social, lo científico, lo sexual, lo religioso, lo delictivo— y en ningún caso el lector queda indiferente. Hay mucha introspección, alternada con mucha acción. Las escenas de acción son cinematográficas y a las introspectivas... uno no las puede dejar. Y siempre, siempre, siempre, la sorpresa. Cuando se cree que se tiene un escenario o situación comprendidos, algo patea el tablero. Y es verdaderamente para estudiar el hecho de que, a pesar que se sepa que no hay capítulo que termine sin sorprender, uno como lector se deje llevar hacia el grito, la maldición, la risa o la lágrima sin dejar de preguntarse ¿y ahora qué va a pasar?

Hasta aquí el entorno, los personajes. En cuanto a las ideas... Ian McDonald es programador y especialista en redes, así que por su especialidad hay invenciones y reflexiones a montones. Cuidado: quien crea que leerá los argumentos comunes y trillados, ¡está perdido! En ese sentido es un golpe de aire fresco: sacude, pero despierta y con una sonrisa, pues tiene mucho humor. Los razonamientos acerca de las Inteligencias Artificiales (los aeais) son para debate largo y no tienen desperdicio.

El libro sòlo tiene un punto flojo, que son algunos errores de traducción y de impresión, que confunden un par de veces donde no deben. Una lástima, porque la traducción es en general buena, lo suficiente para lamentar que al conjunto le falte ese 0,5 por ciento.

Lo que sí es espectacular es el diseño y maquetado del libro y la tapa. Sobria, pero impactante. La ilustración de tapa tiene el mismo espíritu que la obra. Y las solapas de tapa y contratapa presentan al autor de una manera que, en verdad, me hicieron decir así me gustaría que impriman un libro mío.

Un complemento a esta obra son los enlaces a continuación de este párrafo. El primero, una lista de las obras de Ian McDonald, donde se puede apreciar su interés y afición por las culturas del Tercer Mundo. El segundo, un reportaje acerca de El Río de los Dioses donde él mismo aclara, entre otras cosas, el por qué de ese interés y afición (ambos enlaces son sitios en inglés):

Jorge Korzan para Axxón y Garrafex News