12/Feb/07!f>
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El drama del envejecimiento en Alemania en película
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Dos veteranos cineastas han confrontado los aquejados sistemas de asistencia médica y de pensiones de Alemania, arrojándose a un sensible debate al cual han
rehuido muchos líderes políticos.
Con los gobiernos aparentemente reacios asumir las bombas de tiempo políticas, los directores Regina Ziegler y Dieter Wedel están ayudando a forzar esos
tópicos en el foco de atención, con polémicas películas para televisión.
La canciller, Angela Merkel, y otros políticos con frecuencia hablan de los "desarrollos demográficos" para encontrar una explicación convincente a los
problemas en las jubilaciones y sistema de salud.
Pero la población está disminuyendo, el sistema de salud se está volviendo inaccesible para algunos y el régimen de pensiones está subfinanciado.
Ziegler, de 62 años, y Wedel, de 64, han usado la ficción para recalcar el punto de que Alemania, otrora una de las naciones más ricas del mundo, se enfrenta a
lo que ellos creen son crisis en los sectores de salud y pensiones.
"Los líderes políticos temen ser honestos," dijo Wedel en una entrevista con Reuters de cara a su filme de febrero Mein Alter Freund Fritz (Mi viejo amigo Fritz)
el cual echa un vistazo mordaz a los hospitales y doctores hambrientos de ganancias.
"Es lamentable que haya tanta cobardía y evasión de los problemas," agregó Wedel, quien escribió y dirigió el filme de 99 minutos de duración y 3,11 millones de
dólares de presupuesto para ZDF Televisión.
REVUELTA DE LA TERCERA EDAD
La película de ciencia ficción de 135 minutos de duración de Ziegler, Aufstand der Alten (El levantamiento de los ancianos) es una producción al estilo de un
falso documental ambientado en el 2030. Más de 10 millones de espectadores la vieron por ZDF hace algunas semanas y provocó un debate generalizado en
Alemania.
En la película, la mayoría de los ciudadanos de la tercera edad están al borde de la inanición con pensiones mínimas y casi sin cobertura médica.
Una periodista, interpretada por Bettina Zimmermann, está investigando la misteriosa muerte de un líder rebelde anciano e indaga en las raíces del levantamiento,
descubriendo promesas vacías por parte de los líderes sobre jubilaciones y el fracaso en arreglar los problemas en el pasado.
La película ha disgustado a los espectadores, muchos incapaces de distinguir los hechos de la ficción. Un líder político retirado, Kurt Biedenkopf, dijo que el
filme es un llamado de atención tardío.
"Si películas como estas hubiesen sido hechas hace 15 años, no habríamos desperdiciado tanto tiempo y no estaríamos preocupándonos por el desastre al que
nos dirigimos," dijo Biedenkopf, un ex líder de los demócratas cristianos de Merkel.
"Una película tenía que aparecer primero antes de que suficientes personas tomaran conciencia del problema," agregó Biedenkopf, de 76 años, en el periódico
Hamburger Abendblatt.
Se espera que la proporción de trabajadores por cada jubilado caiga a 1 a 1 en el 2037, desde 2 a1 actualmente y de 8 a 1 en 1957.
También se prevé que la población de 82 millones de habitantes caiga a 70 millones para el 2050. El bajo índice de natalidad significa que los promedios etarios
están subiendo, de 42 años en el presente a 50 para el 2050.
Los datos de la oficina federal de estadísticas proyectan que el número de personas de 80 años para arriba subirá de 4 millones actualmente, a 10 millones para
el 2050.
"Una película como esta podría ayudar a que la gente tome conciencia," escribió Dorothea Siems en una columna para el periódico Die Welt.
Klaus Hirrlinger, presidente del grupo VdK para la tercera edad, dijo que el seudo documental sólo estaba atemorizando a la gente. Dijo que exacerbaría las
tensiones entre los adultos y las generaciones jóvenes.
"Mi temor es que los ancianos no serán capaces de distinguir qué es ficción y qué es realidad," dijo al periódico Neue Presse, una comentario que forzó a ZDF a
clarificar el propósito del filme.
"La película no se propone asustar a nadie sino más bien dar lugar al debat,e para que nunca se llegue a tal pugna entre los ancianos y los jóvenes," dijo el editor
cinematográfico de ZDF, Steffen Bayer.
OSCURA COMEDIA
La película de Wedel está ambientada en el presente.
Como una oscura comedia sobre la comercialización de la asistencia médica, el filme busca explorar si los doctores tienen tiempo para los pacientes y para
atenderlos genuinamente.
Ulrich Tukur interpreta un doctor sacado de una racha de cinismo en la mitad de su vida, después de un accidente automovilístico casi fatal.
El comienza a preocuparse por haberse alejado de su anterior dedicación a su juramento profesional después de la muerte de una joven madre, cuya operación
de vejiga no era necesaria pero fue realizada en base a su recomendación motivada por la ganancia.
"Las costosas salas de operación tienen que estar constantemente en uso, de modo que se realizan operaciones innecesarias," dijo Wedel, después de que una
proyección anticipada para la prensa generó prolongados aplausos de las veintenas de críticos cinematográficos en Hamburgo.
Después del accidente, el doctor comienza a ver al espíritu de su difunto amigo Fritz, también médico. Fritz le recuerda en una acalorada discusión que él perdió
el rumbo al perseguir un gran salario y un estilo de vida lujoso.
Pero no sólo se trata de una historia sobre una ética dudosa y la codicia hospitalaria. La película también explora la muerte.
"Todo el mundo tiene miedo de abocarse al problema fundamental: la creciente brecha entre lo que puede hacerse médicamente para prolongar la vida y lo que
es accesible. Pero nadie está dando ninguna respuesta. Ese el trabajo del cineasta: nadar contra la marea."
Fuente: Reuters. Aportado por Eduardo J. Carletti
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