26/Feb/07!f>
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Científicos de Harvard lograron almacenar un rayo de luz a baja temperatura y reiniciarlo a distancia
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Las dos concentraciones de materia estaban separadas por una brecha de 160 micrómetros, una distancia ínfima para la escala humana. Ya hablan de traspaso
de información con computadoras cuánticas.
Un equipo de físicos de la Universidad de Harvard anunció haber conseguido almacenar un rayo de luz en una materia sometida a una temperatura muy baja y
reiniciarlo a una determinada distancia en otro rayo concentrado de materia.
Las dos concentraciones de materia estaban separadas por una brecha de 160 micrómetros, una distancia ínfima para la escala humana, aunque substancial en lo
que hace a la física cuántica, que rige ese mundo de lo infinitamente pequeño.
En un artículo que aparecerá mañana en la revista británica científica Nature, Naomi Ginsberg y sus colegas afirman haber capturado, por medio de un láser,
átomos enfriados a muy bajas temperaturas. A una temperatura por encima del cero absoluto Fahrenheit (-273 grados Celsius), en el contexto de los misteriosos
condensados Bose-Einstein, la materia adquiere un estado que dista de las tradicionales formas de gas, líquido y sólido.
Una partícula atómica sometida a tales temperaturas se refugia en el más bajo estado posible de energía. Las características de los condensados Bose-Einstein
son tan particulares que por momentos parecen ir en contra de la física clásica. De acuerdo a la experiencia estadounidense, los fotones del láser sufren una
drástica desaceleración, como si atravesaran melaza, pasando de la velocidad de la luz (300.000 kilómetros por segundo) a unos 20 km por hora, para
enseguida detenerse.
"La información la amplitud y la fase de la señal luminosa quedó impresa a la manera de un holograma sobre la materia del condensado. Nos encontramos con
una copia absolutamente perfecta de la pulsación de la luz, pero en forma de materia", explicó una de las responsables del artículo, Lene Vestergaard Hau.
En un comentario publicado en la misma edición de Nature, Michael Fleischhauer, científico de la Universidad de Kaiserslautern, destaca que los dos
condensados fueron preparados de manera independiente. Por lo mismo, el experimento solo puede interpretarse si los átomos de los dos condensados son
considerados como objetos absolutamente idénticos desde el punto de vista cuántico.
La investigación podría derivar en innovaciones tecnológicas mayores. Se pueden imaginar computadoras cuánticas, en las que fotón reemplazaría al electrón
como vector de información. "Para poder tratar los datos cuánticos, es necesario construir una red. Los fotones de la luz podrían servir para transmitir
información cuántica y los átomos son ideales para el almacenamiento y el tratamiento", precisa Fleischhauer.
Fuente: Perfil. Aportado por Eduardo J. Carletti
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