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Las fuerzas cósmicas controlan la vida sobre la Tierra
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El surgimiento y desaparición de las especies sobre la Tierra podría estar en parte dirigido por los movimientos
ondulatorios de nuestro Sistema Solar en su viaje a través del disco de la Vía Láctea, según los científicos.
Hace dos años, científicos de la Universidad de California en Berkeley encontraron registros de fósiles marinos que
mostraban que la biodiversidad el número de especies distintas vivas en el planeta se incrementa y decrementa en
un ciclo de 62 millones de años. Al menos dos de las grandes extinciones en masa la extinción del Pérmico hace 250
millones de años y la del Ordovícico hace unos 450 millones de años corresponden con picos de este ciclo, que no
pueden ser explicados por la teoría evolutiva.
Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Kansas (KU) han aparecido con una explicación "fuera de
este mundo". Su idea depende del hecho de que, en contra de lo que aparentan, las estrellas no están fijas en el espacio.
Se mueven, a veces en una carrera precipitada a través de las galaxias, o aproximándose lo bastante unas a otras como
par tener una breve cita cósmica.
En particular, nuestro Sol se mueve hacia y retirándose del centro de la Vía Láctea, y también arriba y abajo del plano
galáctico. Un ciclo completo arriba-abajo lleva 64 millones de años, sospechosamente similar al ciclo de biodiversidad
de la Tierra.
Arco de choque galáctico
Los investigadores de la KU confirmaron de forma independiente el ciclo de biodiversidad y han propuesto un
mecanismo novedoso según el cual estaría causado por el viaje galáctico del Sol.
Los científicos saben que la vía Láctea está siendo atraída hacia un masivo cúmulo de galaxias, llamado el Cúmulo de
Virgo, situado a 50 millones de años luz de distancia. Adrian Melott y su colega Mikhail Medvedev, ambos
investigadores de la KU, especulan que a medida que la Vía Láctea se acerca al Cúmulo de Virgo, genera el llamado
arco de choque frente a ella que es similar a la onda de choque creada por un jet supersónico.
"Nuestro Sistema Solar tiene una onda de choque a su alrededor, y produce una buena cantidad de rayos cósmicos que
golpean la Tierra. ¿Por qué la galaxia no iba a tener una onda de choque también?", dijo Melott.
El arco de choque galáctico está presente sólo en el lado norte del plano de la Vía Láctea, debido a que es el lado que
está frente al Cúmulo de Virgo hacia el que se mueve a través del espacio, y que provocaría un sobrecalentamiento del
gas y un río de rayos cósmicos tras él, dicen los científicos. Normalmente, el campo magnético de nuestra galaxia
protege a nuestro Sistema Solar de este "viento galáctico". Pero cada 64 millones de años, el viaje cíclico del Sistema
Solar se sitúa sobre el plano galáctico.
"Cuando salimos por encima del disco, contamos con menos protección, por lo que estamos expuestos a más rayos
cósmicos", cuenta Melott a SPACE.com.
Cómo afectan a la vida los rayos cósmicos
El aumento de exposición a los rayos cósmicos podría tener efectos tanto directos como indirectos en los organismos de
la Tierra, dijo el paleontólogo de la KU Bruce Lieberman. La radiación podría llevar a altos ratios de mutaciones
genéticas en los organismos o a interferir en su capacidad para reparar los daños del ADN y llevando potencialmente a
enfermedades como el cáncer.
Los rayos cósmicos también están asociados con el incremento de la capa de nubes, lo cual podría enfriar el planeta
rechazando la mayor parte de los rayos del Sol. También interactúan con las moléculas de la atmósfera para crear
óxidos de nitrógeno, gases que desgastan la capa de ozono de nuestro planeta, la cual nos protege de los dañinos rayos
ultravioleta del Sol.
Richard Muller, uno de los físicos de la UC Berkeley que co-descubrió el ciclo, dijo a Melott y sus colegas que había
llegado a una explicación galáctica plausible para el ciclo de biodiversidad. Muller y Robert Rohde también especularon
que el movimiento de nuestro Sistema Solar a través del plano galáctico podría estar tras este ciclo, pero la pareja no
podía concebir ninguna de las razones por las que debieran diferir en lado norte y sur del plano galáctico.
"Aquí es donde tuvieron éxito", dijo Muller en una entrevista telefónica. "Ellos dieron con algo en lo que nosotros no
habíamos pensado, algo que colocaba una asimetría. Estoy encantado por lo que hicieron y los felicito".
Primer paso en la hipótesis
Richard Bambach, paleontólogo del Museo Smithsoniano de Historia Natural que no estuvo involucrado en el estudio,
dijo que estaba excitado con que el ciclo de la biodiversidad haya sido confirmado de forma independiente, pero
advierte que la hipótesis galáctica está aún en las primeras etapas de formulación.
"Es el primer paso de la hipótesis", dijo Bambach. "Es una idea interesante, pero aún tendremos que recorrer un largo
camino hasta saber si es en verdad el porqué de los cambios de la biodiversidad".
Por una parte, los científicos aún tiene que descubrir el arco de choque alrededor de la Vía Láctea, aunque tales ondas
de choque han sido halladas en otras galaxias.
"Creo que es una muy buena idea", dijo Philip Appleton, astrónomo de Caltech. "Creo que estamos sólo en el
comienzo de la comprensión de este tipo de comportamientos. Nos estamos dando cuenta de que no sólo las galaxias
interactúan con otras de forma gravitatoria, sino que el entorno a través del cual viajan el "viento" que crean
pueden en realidad producir efectos notables".
El año pasado, Appleton y su equipo descubrieron un arco de choque alrededor de una galaxia en el "Quinteto de
Stefan", un cúmulo galáctico situado a 300 millones de años luz de distancia. La onda de choque viaja a una velocidad
relativa de 1000 km por segundo respecto al cúmulo.
La Vía Láctea viaja hacia el Cúmulo de Virgo a una velocidad de 200 km por segundo, por lo que cualquier arco de
choque generado sería, por lo tanto, más débil, dijo Appleton.
Si estudios futuros confirman el vínculo entre la biodiversidad y la galaxia, esto forzaría a los científicos a abrir sus ideas
sobre lo que puede influenciar a la vida en la Tierra. "Tal vez no son solo los eventos tectónicos y el clima de la Tierra",
dijo Lieberman. "Tal vez tenemos que comenzar a pensar más en el entorno extraterrestre también".
Fuente: Astroseti. Aportado por Claudio Amodeo
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