08/Jun/07!f>
|
Revista Axxón
Axxón en facebook
Lectores de Axxón en facebook
|
|
Escudo solar podría ser rápida solución para el calentamiento global
!t>
Un escudo solar que refleje un poco de la radiación del Sol hacia el espacio enfriaría el clima en una década y podría ser una rápida solución al cambio climático,
dicen los investigadores.
Por su efecto rápido, sin embargo, debería ser desplegado sólo como último recurso cuando sea inminente un cambio climático "peligroso", advierten.
Los escudos solares no son una idea nueva; los proyectos de "geoingeniería" para enfriar artificialmente el clima de la Tierra están recibiendo un interés creciente,
e incluyen propuestas de inyectar aerosoles reflexivos en la estratosfera que despliegan reflectores solares con base en el espacio, y la siembra de nubes a gran
escala.
Los escudos están inspirados en el efecto de enfriamiento de las grandes erupciones volcánicas que emiten partículas de sulfato hacia la estratosfera. Allí, las
partículas reflejan parte de la radiación del Sol hacia el espacio, reduciendo la cantidad del calor que llega a la atmósfera, y reduciendo el efecto invernadero.
La erupción de 1991 del Monte Pinatubo en las Filipinas enfrió la Tierra algunas décimas de grado durante varios años.
Acción rápida
Ken Caldeira de la Carnegie Institution of Washington, en California, USA, y Damon Matthews en la Concordia University, Canadá, usaron modelos de
computadora para simular el efecto que tendría un escudo solar sobre el clima de la Tierra, si las emisiones de gases de invernadero continuaran aumentando en
un panorama de "situación habitual".
Dice Caldeira: "Hemos estado tratando de determinar con precisión lo único malo que se argumenta en contra de realizar geoingeniería en el clima. Pero es muy
difícil de encontrar."
Sus modelos de computadora simularon un escudo que se desplegaba gradualmente y que compensaba el efecto invernadero de las crecientes concentraciones
de dióxido de carbono. Cuando el nivel de CO2 es el doble del nivel de tiempos preindustriales como se predice será a fines del siglo XXI el escudo
necesitaría bloquear el 8% de la radiación solar.
Los investigadores descubrieron que un escudo de azufre podría actuar muy rápidamente, bajando las temperaturas hasta valores cercanos a los de comienzos
del siglo XX, una década después de ser desplegado.
"El problema es que la escala temporal en décadas funciona en ambos sentidos", dice Caldeira. Un escudo de sulfato necesitaría ser repuesto continuamente, y
los modelos muestran que dejar de hacerlo significaría que el clima de la Tierra sería afectado de repente con el total efecto generador de calor del CO2 que se
ha acumulado mientras tanto.
Caldeira explica: "De modo que si se tiene el escudo allá arriba y falla o, por ejemplo, los republicanos ponen un escudo y luego los demócratas llegan al poder
y lo bajan, entonces efectivamente se condensa en una década o dos el calentamiento que habría ocurrido mientras el escudo estaba puesto."
Mal entendido
Un escudo solar no necesariamente atrofiaría el crecimiento de las plantas. De hecho, hay algunas evidencias de que las plantas crecieron con más vigor después
de la erupción del Monte Pinatubo, porque las partículas de sulfato aumentaron la cantidad de luz difusa y estimularon el crecimiento en áreas sombreadas. Pero
si un escudo fuera quitado de repente, una parte del CO2 almacenado en las plantas sería liberado de repente a medida que las plantas respiren más rápido en
temperaturas más cálidas.
"Personalmente, como ciudadano y no como científico, no me gusta la geoingeniería por su alto riesgo ambiental. Está jugando con sistemas complejos mal
entendidos", declaró Caldeira a New Scientist.
Y la facilidad con la que podrían trabajar es también peligrosa, dice: "Estos proyectos son casi demasiado baratos y fáciles. Una manguera de incendios rociando
dióxido de azufre en la atmósfera haría el trabajo durante un siglo. Eso costaría aproximadamente $100 millones, nada, en comparación con los cientos de miles
de millones que se necesitarían para transformar nuestro suministro de energía."
Pero también cree que es tiempo de considerar los escudos solares con seriedad. El 1 de junio, James Hansen, director del Institute for Space Studies de la
NASA, en la USA, publicó un trabajo afirmando que el sistema climático de la Tierra ha llegado a un punto de inflexión (Química y Física Atmosférica, vol 7, p
2287).
¿El menor de dos males?
El estudio de Hansen sugiere que sólo un moderado recalentamiento adicional es posible de provocar la desintegración de las capas de hielo antárticas y árticas
occidentales, eventos que serían casi imposibles de revertir.
Dice Caldeira: "Si éste es el caso, entonces no me queda claro cuál es el sendero "más verde". ¿Es mejor permitir que la placa de hielo de Groenlandia colapse y
que los osos polares se ahoguen camino a la extinción, o rociar algunas partículas de azufre en la estratosfera?"
Dice que si es forzado a considerar la colocación de un escudo solar, "necesitaríamos confiar en que no estaríamos creando problemas más grandes que los que
estamos solucionando. Por lo tanto, es importante entender el desorden en el que estamos hoy qué tan cerca estamos de hacer cambios irreversibles, qué tan
rápido podemos modificar nuestro sistema de energía, y entender lo que podría ocurrir si tratáramos de evitar algunos de los peores resultados de la
geoingeniería de nuestro clima."
Caldeira y Matthews también descubrieron que un escudo solar no corregiría las anormalidades en las precipitaciones. Lo más notable es que los trópicos
recibirían menos lluvia que en la ausencia del efecto invernadero, como lo predicen los modelos de cambio climático.
Referencias de la revista: Proceedings of the National Academy of Sciences (DOI: 10.1073 / pnas.0700419104)
Fuente: NewScientist. Traducido por Graciela Lorenzo Tillard
!c>