29/Ago/07

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¿Por qué la gente adora las películas de terror?

Un estudio impugna las teorías hasta ahora más extendidas acerca de una aparente contradicción: la búsqueda de experiencias "negativas", como las que ofrece el género del terror.

Una sólida convicción de las teorías que explican y predicen el comportamiento humano es la motivación del individuo de perseguir el placer y evitar el dolor. ¿Cómo puede reconciliarse este principio con la búsqueda de experiencias que de antemano van a despertar sensaciones negativas, como las de una película de terror?

Parece contradictorio que tanta gente se sumerja voluntariamente en casi dos horas de angustia, repugnancia y sustos. ¿Por qué se paga por esto? ¿Cómo se puede disfrutarlo? Un nuevo estudio aporta una explicación diferente.

Los investigadores utilizan generalmente alguna de las dos teorías más extendidas para explicar por qué los espectadores gustan de películas de terror. Una de ellas sostiene que la persona no está realmente asustada, sino excitada con la película. La otra, que el sujeto está dispuesto a soportar el terror para poder gozar de un sentimiento eufórico de alivio en el final. El nuevo estudio, de Eduardo Andrade -de la Universidad de California en Berkeley- y Joel B. Cohen -de la Universidad de Florida-, impugna ambas hipótesis.

"Creemos que es necesaria una reevaluación de las dos explicaciones dominantes sobre por qué voluntariamente la gente consume experiencias 'negativas'. Ambas asumen que la gente no puede experimentar emociones negativas y positivas simultáneamente", explican Andrade y Cohen.

Este nuevo enfoque de la emoción revela que la gente puede experimentar sentimientos placenteros y dolorosos al mismo tiempo. Las personas, según ellos, realmente pueden disfrutar siendo asustadas, y no sólo por la sensación de alivio ulterior, cuando desaparece la amenaza. En este sentido, los autores sostienen que los momentos más agradables de un acontecimiento en particular también pueden ser los más aterradores.

Andrade y Cohen desarrollaron y utilizan una nueva metodología para hacer el seguimiento de estos sentimientos negativos y positivos que coexisten. Su método podría aplicarse a otras experiencias que tienden a despertar sensaciones de peligro, disgusto y hasta terror, pero que al mismo tiempo son del agrado de quienes las practican, como es el caso de los deportes extremos o de alto riesgo.

Fuente: Amazings.com. Aportado por Diego Barcia