17/Dic/07!f>
|
Revista Axxón
Axxón en facebook
Lectores de Axxón en facebook
|
|
La atención visual es un proceso discontinuo
!t>
La visión representa el mundo en una serie de flashes que se producen siete veces por segundo
La atención visual representa el mundo en una serie de flashes de un séptimo de segundo de duración, de una manera similar a como lo hacen las cámaras de
vídeo o como un estroboscopio, que se enciende y se apaga periódicamente, según un estudio. Se ha descubierto así que la atención visual funciona como un haz
luminoso que ilumina uno o varios objetos, pero no de manera continua, sino que lo hace siete veces cada segundo. Esta captación periódica de información se
produce incluso cuando al observador se le presenta un solo estímulo de visión. El descubrimiento resulta esencial para la comprensión de los fenómenos de la
atención, que podrían estar relacionados con las oscilaciones que se conocen de la actividad eléctrica cortical..
Como ya sugirió, a finales del siglo XIX, el psicólogo y filósofo norteamericano William James, todos nos entendemos cuando, coloquialmente, nos referimos a la atención. Sin
embargo, cuando se intenta ofrecer una definición explicativa de ella, el tema parece más complejo.
En lo que se refiere a la atención visual, ésta supone una serie de fenómenos. Los análisis que los especialistas han realizado a lo
largo de los años acerca de ella la han ido revelando como de una naturaleza múltiple y de mecanismos altamente complejos. Asimismo, su estudio
ha ido abriendo sobre ella cuestiones como si es automática o intencional o si se trata de un proceso paralelo (la atención selecciona al mismo
tiempo múltiples puntos) o de un proceso de alternación rápida de objetivos visuales.
Una de las descripciones más comunes acerca de la atención visual es la que la considera como un haz de luz que ilumina un objeto o lugar
concretos dentro de la escena visual para favorecer el tratamiento de la imagen por parte del cerebro. Sin embargo, recientemente, han sido publicados los
resultados de un estudio franco-americano en la revista especializada PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences), que señalan que, en realidad, la atención visual
funcionaría como un estroboscopio.
Predicción y realidad
Un estroboscopio es un instrumento que permite encender y apagar luces en un periodo de tiempo dado y la cantidad de veces que uno desee, para producir un
efecto visual concreto de los objetos en movimiento.
El presente estudio, dirigido por Rufin VanRullen, científico del Centro de investigación del cerebro y de la cognición francés
(CNRS), en colaboración con los científicos de la universidad de Harvard, Thomas Carlson y Patrick Cavanagh, ha demostrado que la
atención visual funcionaría de manera similar a un estroboscopio que se desplazara permanentemente, como un rayo de luz que se moviera de
objetivo en objetivo, una media de siete veces por segundo, según informa el CNRS en un comunicado.
Para llegar a esta conclusión, los científicos emplearon una aproximación a una interfaz que se utiliza en experimentación
psicofísca y en la creación de modelos matemáticos. Pusieron a punto así un método experimental simple, y utilizaron la
función psicométrica (la psicometría estudia rasgos de nuestras capacidades a través de pruebas y tests y con cálculos y
análisis estadísticos) vinculada con la duración de un estímulo dirigido a un observador para predecir la actuación de
dicho observador ante diversos estímulos presentados.
Las actuaciones reales del observador difirieron según se le presentaran uno o varios estímulos de atención. Comparando posteriormente
las predicciones previas con los comportamientos humanos, los científicos determinaron la estrategia seguida en la atención visual.
Siete veces por segundo
Los resultados revelaron que existía un único foco de atención pero que éste se desplazaba entre objetivos a una media de siete
movimientos por segundo. Por otro lado, se puso en evidencia un fenómeno que nunca antes había sido observado: esta captación
periódica de información se produce incluso cuando al observador se le presentaba un solo estímulo de visión.
Esto significaría que la atención visual representaría el mundo en una serie de flashes de un séptimo de segundo de
duración, de una manera similar a como lo hacen las cámaras de vídeo o como un estroboscopio, que se enciende y se apaga
periódicamente.
El descubrimiento resulta esencial para la comprensión de los fenómenos de la atención, que podrían estar por tanto relacionados
con las oscilaciones que se conocen de la actividad eléctrica cortical, publica el CRNS. La atención funciona como un haz luminoso que ilumina
uno o varios objetos, sí, pero no los ilumina de manera continua, sino que lo hace siete veces cada segundo.
Tal y como explican los investigadores en la revista PNAS, la atención operaría por tanto siguiendo un proceso intrínsecamente
periódico.
Antecedentes de discontinuidad
VanRullen ya había propuesto anteriormente que la percepción es un fenómeno discontinuo. En un artículo publicado por la
revista Trends in Cognitive Sciences señalaba, en el año 2003, que diversos mecanismos neuronales intrínsecos
debían reflejar la organización de los estímulos, vinculada a varias áreas de regiones del cerebro.
Según el investigador, estos mecanismos han de ser por tanto globales, casi periódicos y flexibles. La idea de la percepción discontinua
fue en primer lugar considerada por el anteriormente citado William James, que sin embargo la descartó rápidamente. Durante todo el siglo XX,
esta idea fue retomada gracias a la expansión del uso de otro dispositivo artificial, el cinematógrafo, que se convirtió en una
metáfora tecnológica obvia para explicar el fenómeno, explica VanRallen en dicho artículo.
Por otro lado, señala, existen evidencias psíquico-fisiológicas de la discontinuidad del proceso visual, como las mediciones de la
percepción de estímulos muy seguidos como si fueran uno solo (por ejemplo, en el caso de flashes muy continuos, que subjetivamente se ven
como un solo flash), la periodicidad en los tiempos de reacción a un estímulo, y las oscilaciones en la periodicidad del umbral visual. Ahora,
además, se ha podido saber con que ritmo temporal percibe el ojo humano los objetos.
Fuente: Tendencias21, por Olga Castro-Perea. Aportado por Eduardo J. Carletti
!c>
Más información:
Más noticias de Ciencia en Axxón