11/Dic/07

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Publicaciones reseñadas: "Las Luces de Septiembre" de Carlos Ruiz Zafón

Un relato juvenil, de ritmo cinematográfico, que combina aventura, romance y terror, todo en su justa medida.

Título: Las Luces de Septiembre
Autor: Carlos Ruiz Zafón
Fecha original de publicación: Barcelona, 2005
De la presente edición: Buenos Aires, 2007
Editorial: Planeta
Páginas: 316

Las Luces de Septiembre combina, como probablemente muchos de los relatos juveniles de factura "industrial", elementos de fantasía, terror, literatura romántica y aventuras. El mérito de Carlos Ruiz Zafón es lograr que todo esto se haga de manera equilibrada, sin excesos ni simplificaciones.

Zafón construye personajes que, partiendo del arquetipo, van ganando la carnadura suficiente como para hacer que la historia avance. Ahí tenemos a Irene Sauvelle, una preadolescente parisina que viene de una familia aquejada por las deudas y la muerte reciente del padre. O a Simone, la madre de Irene, que busca reconstruir la vida familiar contra viento y marea. O al hermano menor de Irene, Dorian.

La historia transcurre en 1937. Con ritmo cinematográfico y gran predominancia de paisajes marítimos y costeros, Zafón nos cuenta la historia de la familia Sauvelle, su mudanza al pueblito normando de Bahía Azul —donde Simone será el ama de llaves de un misterioso juguetero— y el gran misterio que rodea a la mansión Cravenmoore.

Si bien algunas cuestiones son predecibles, lo cierto es que la trama tiene la complejidad suficiente como para atrapar a un público adulto, lo cual, tratándose de relatos juveniles, ya es mucho decir. Lo misterioso dejará gradualmente paso a lo sobrenatural, y el suspenso se convertirá en terror conforme llegamos al desenlace.

Existe, con todo, un punto que vale la pena mencionar: las cartas del prólogo y del epílogo, ambas probablemente destinadas a resignificar e incluso poner en perspectiva la historia y, también, abrir una puerta a la esperanza.

Leer en sentido inverso las obras de Ruiz Zafón —primero las más actuales y luego las tempranas— hace que uno quiera buscar en estas últimas las ideas y las obsesiones que luego aparecerían en aquéllas, más maduras. Las Luces de Septiembre forma parte de una trilogía de novelas juveniles escrita en la década del ´90, y está emparentada en cierta forma con El Príncipe de la Niebla y El Palacio de la Medianoche.

Sin embargo, la obra que tuve presente mientras leía la obra que nos ocupa fue La Sombra del Viento, escrita en la década siguiente: una novela, lúcida, atrapante, mucho menos inocente y, por lo tanto, destinada a un lector más adulto y reflexivo. Allí el protagonista también es un joven que ha pasado por la pérdida de un progenitor, allí también se dan un misterio y una búsqueda. Sin embargo, en La Sombra…, que transcurre en la Barcelona de 1945, el terror no es sobrenatural: tiene forma humana, nombre, apellido. Leyendo el epílogo de Las Luces… (una carta fechada en 1947), uno se siente tentado a forzar los paralelos y a creer que en esa carta está (al menos en parte) el origen de La Sombra…. Claro está, averiguar si esta hipótesis tiene algún sustento excede los propósitos de esta reseña.

Alejandro Alonso para Axxón y Garrafex News.

Fuente: Axxón. Aportado por Alejandro Alonso