Odisea del espacio 2001: 40 años de aniversario de una obra cumbre
!t>
Difícil comentar la que es considerada la película más importante de ciencia ficción jamás producida, tanto por su contenido, como por la cuidadosa elaboración de la misma.
Ni el vestuario, ni el lenguaje, ni mucho menos el diseño de las supuestas tecnologías delatan que esta película cumplirá 40 años este 6 de abril desde su primer estreno. Más difícil aún resulta escoger al genio detrás de todo esto. ¿Acaso sería Arthur C.
Clarke, el autor de la obra literaria de esta saga, o acaso sería el misterioso, oscuro y mundialmente ponderado director de Odisea del espacio 2001, o sea Stanley Kubrick?. Lo
cierto es que inclusive dentro del ámbito científico más escéptico, esta película es considerada una obra a tenerse en cuenta.
Arthur C. Clarke es un pionero en el género literario de la ciencia ficción por muchas razones. Siempre ha vivido muy enterado de los últimos adelantos científicos y
tecnológicos, y está muy al tanto de lo que estos adelantos podrían significar en la práctica en un futuro a corto y mediano plazo. Desde joven se interesó por temas astronómicos.
Por ejemplo el argumento de que los planetas Júpiter y Saturno son estrellas fallidas, tanto por su enorme masa como por su composición química (principalmente hidrógeno), sin
duda lo llevó a incluir en su historia el argumento de que uno de ellos se convirtiera en estrella -en Odisea 2010-. Además jugó muy bien con las especulaciones de vida en la luna
joviana, es decir el mundo de hielo con un océano gigantesco de agua líquida bajo su superficie, el satélite galileano Europa, porque es sin duda el lugar idóneo para buscar vida fuera
de nuestro planeta.
Por supuesto que especular hoy en día al respecto es fácil. Ya tenemos las imágenes y estudios de renombrados astrofísicos de todas partes, revelándonos información nueva todos
los días. Pero Clarke escribió la primera parte hace más de 40 años. Yo me pongo a pensar en la primera computadora con sistema operacional de Windows 95 que tuve.
Mi computador, un modesto Compaq Presario con un mega bite de memoria en el disco duro. Como gran adelanto, era orejón porque tenía dos parlantes y se podían tocar
discos compactos en él. De eso hace tan sólo unos doce años. Hoy por hoy esa capacidad de memoria es la de una llave de memoria USB de dos centímetros. De manera
equivalente la ciencia y tecnología de hace 40 años estaban casi en la edad de piedra comparado con hoy.
Un buen libro en cambio es como una buena partitura musical, trasciende su propio tiempo. Puede ser una composición del mismísimo Wolfgang Amadeus Mozart, o de Ludwig Van
Beethoven. Pero eso sí, si el director de la orquesta, o lo que es peor, la orquesta misma es un fiasco, la obra se va por el retrete. Stanley Kubrick llegó a la luna un año antes que el
Apolo 11, metafóricamente hablando. De hecho, fueron tan buenas sus tomas espaciales, que las hacían más creíbles a los sentidos del espectador que las imágenes espaciales
verdaderas que empezaban a llegar justo por esa época debido a la loca carrera espacial
entre la ex Unión Soviética y los Estados Unidos. En este momento hay en YouTube más de dos cientos videos, afirmando que el supuesto alunizaje del Apolo 11 fue un montaje del gobierno norteamericano con algún director de cine
de Hollywood, y que por tanto éste nunca ocurrió y fue un engaño.
Esa teoría de conspiración sin duda tiene sus raíces en la época en que este genio de apellido Kubrick decidió llevar la obra de Clarke a la pantalla gigante. Por supuesto que en
taquilla las sagas de George Lucas de la Guerra de las galaxias llevan la delantera con amplia ventaja, junto a muchas otras. Pero cuando termina el film, la mayoría de nosotros sabe
que hay mafiosos, dictadores y asesinos mucho más siniestros y complejos que Jabba the Hutt, Darth Vader o el emperador en la vida real, aquí en nuestro planeta. En cambio la
computadora HAL 9000 -en muchos aspectos más humanista que los protagonistas humanos del film-, o los supuestos extraterrestres de la luna Europa, y el concepto de
equivalencia entre el momento de nacer y el de morir, todo esto lo pone a uno a pensar en temas límite de la ciencia y la filosofía.
Odisea del espacio 2001 está lejos de ser mi película favorita, entre otras cosas por el final tan abstracto, y especialmente por su banda sonora, excepto por el majestuoso tema de
presentación. De las de Kubrick, mis favoritas son La naranja mecánica y una película muy atípica de él, tanto, que no parece suya: Espartaco. Pero yo siento su influencia en
múltiples películas, todas ellas de diferente factura. Unas comerciales y otras no tanto. Por ejemplo Yo Robot, o también Inteligencia artificial, películas que aparentemente no tienen
nada en común, salvo el ser futuristas. La segunda película de la saga, Odisea 2010, aparecida bajo el título de "El año en que hicimos contacto", muy parecida a la primera por
encimita, aunque menos realista en su factura y fotografía. Y no me sorprendería que un día de estos Spielberg y/o Tom Hanks se aventuraran a filmar la tercera y cuarta partes de
esta obra, como son la Odisea 2061 y la Odisea 3001: "La odisea final". Ojalá