10/Feb/08!f>
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Una estrella se come a otra y forma planetas
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Una inusual estrella se habría tragado a su compañera estelar y se habría formado como resultado una nube de formación planetaria, según sugiere un nuevo
estudio.
La estrella, llamada BP Piscium, está rodeada por un denso disco de gas y polvo del que parece estar sacando nuevo material a un ritmo prodigioso.
Estas propiedades son típicas de estrellas jóvenes, pero si nos basamos en las débiles señales de litio en su espectro de luz, BP Piscium parece ser mucho más vieja.
Las estrellas jóvenes tienen mucho litio, no así las más viejas.
Un equipo de científicos, liderados por Carl Melis de la UCLA, reportó la inusual estrella en la Reunión de la Sociedad Astronómica Americana en Texas en
enero.
Ahora, Benjamin Zuckerman, también de UCLA, junto con Melis y otros han hecho público un estudio más detallado de la estrella.
Los investigadores creen que la estrella es de mediana edad, y agotó su hidrógeno y se hinchó para convertirse en una gigante.
La distancia a la estrella no se midió directamente, pero las observaciones concuerdan con una estrella que pesa unas 1,8 veces la masa del Sol y está a unos
1000 años luz de distancia. Basándose en la distancia, calcularon que el disco de polvo contiene la masa de casi 50 planetas como el nuestro.
Para explicar la presencia del disco de polvo, los astrónomo sugieren que cuando la estrella creció para volverse una gigante roja, su atmósfera engulló a su compañera
estelar. La compañera, orbitando dentro de la atmósfera de la estrella primaria, habría agitado el gas y lo habría arrojado para formar un disco. El disco podría luego
formar planetas, tal como lo hacen los discos alrededor de las estrellas muy jóvenes.
Además, los astrónomos identificaron otra vieja estrella con un disco de polvo, llamada TYCHO 4144 329 2, que habría pasado por una situación similar.
El equipo observó las dos estrellas con el Telescopio Espacial Hubble y están analizando los resultados.
También están tratando de realizar observaciones con el Observatorio de rayos-X Chandra, lo que
les permitiría saber más sobre las edades de los sistemas, ya que las estrellas jóvenes tienen mucha mayor actividad de rayos-X que las más viejas.
Fuente: Noticias del cosmos . Aportado por Gustavo Courault
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