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Japón vende sepulturas con conexión a los teléfonos móviles
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Las tumbas cuestan más de 6.000 euros, pero permiten que el tradicional y breve epitafio se reconvierta en fotos,
palabras y vídeos del difunto
Japón, uno de los países tecnológicamente más avanzado del mundo, cuenta ya con sepulturas conectadas, mediante
códigos de barras, a los teléfonos móviles; al escanearlas, ofrecen información sobre el finado, desde su biografía, sus
preferencias, fotografías hasta cualquier otro detalle de su personalidad. De la misma forma, el sistema permite depositar
en las tumbas condolencias de los amigos y reflexiones sobre el ser querido.
La empresa fabricante las llama Tumbas con Vistas sobre el perfil del fallecido; otros las consideran un símbolo de los
tiempos que corren. De lo que no hay duda es de que ofrecen conexión tecnológica para conocer una vida después de
que ésta se extinga. La tumba ya no se limita a un lugar donde depositar restos mortales, quemar incienso y dejar flores
una vez al año. El breve epitafio puede pasar a mejor vida en favor de un discurso sin fin del finado, con las imágenes
más estimulantes de su vida.
Código y clave
La empresa de lápidas Ishinokoe se ha reciclado y ofrece esta posibilidad gracias a la instalación de un código de barras
negras y blancas en la sepultura, a las que se accede con una clave que permite monitorearla con teléfonos móviles, que
al dejar también su impronta facilita saber quién la ha visitado y con qué frecuencia. Son códigos de barras QR, muy
populares en Japón, ya que se colocan tanto en pósteres como en cualquier envase alimentario. "Actualmente, por lo
general, las visitas a las sepulturas duran unos cinco minutos, y creemos que nuestro tipo de lápida podría cambiar esta
situación al contribuir a que los seres allegados al difunto pudieran reunirse durante más tiempo ante ellas y consultar y
comentar los diferentes episodios de la que había sido su vida", asevera Yoshitsugu Fukuzawa, director de Ishinokoe.
Esta firma, pionera de la idea, ya ha tenido un primer pedido de su tumba 2.0, el de la nueva sepultura familiar en la
ciudad de Kofu, cerca de los Alpes japoneses, que le encargaron Teruo Oba, de 73 años, y su esposa Miyoko Oba, de
70.
Los Oba no consideran nada extraña la nueva sepultura familiar, única de su tipo en un cementerio en el que sólo hay
lápidas tradicionales con los nombres grabados en el mármol, pero reconocen que se trata de "una novedad". Explican
que se decidieron por ella porque pensaron que era "estupenda ya que, habitualmente, los fallecidos no tienen influencia
alguna en cómo será su sepultura y, además, queríamos que nuestros nietos pudieran tener datos sobre nosotros cuando
la visitaran".
Sistema patentado
Ishinokoe ha patentado la iniciativa de las "e-sepulturas" y confía en que, pese a que cada una cuesta aproximadamente
un millón de yenes (6.227 euros), recibirá numerosos encargos, dado que Japón es un país en el que el celular tiene
numerosos usos, además del más común de telefonear. Uno de los más habituales es el de descargar en ellos, por
ejemplo, el horario de trenes, ver televisión, hacer fotos, servir de monedero con el que se paga en tiendas y en
autobuses. "Esperamos que este servicio no sea sólo para clientes privados, sino para toda la industria de pompas
fúnebres", afirma Fukuzawa.
No se puede asegurar que la tradición de visitar las tumbas de familiares haya caído en desuso completamente, pero sí
que gradualmente va en declive, según los expertos, quienes consideran que Ishinokoe tiene mercado y que éste es
creciente en un país que registra el más rápido envejecimiento de la población y con una rica tradición en rituales
funerarios.
En Japón, según datos de su Organización de Comercio Exterior, el sector funerario tiene un volumen anual de negocios
de 1,6 trillones de yenes (13 millardos de euros), una cifra muy alta que se enfrenta a una demanda cada vez más
exigente.
Del 'e-mail' al diario digital de necrológicas
El negocio de la muerte es universal y global. Antes de la era digital, el telegrama era el medio de comunicación más
socorrido para dar el pésame desde la distancia. Ahora las funerarias y los tanatorios incorporan a sus servicios la
posibilidad de recibir correos electrónicos para los familiares del fallecido.
La familia japonesa de Kobe ha ido más lejos con su tumba 2.0; pero es un avance bastante lógico y útil para recordar a
los muertos. En este sentido, también nació en España el diario Necropoli.com, que recoge los fallecidos de toda
España, obituarios, biografías y servicios; también se encarga del envío de flores.
Fuente: El País. Aportado por Graciela Lorenzo
Tillard
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