30/Abr/08

Revista Axxón Axxón en facebook Lectores de Axxón en facebook

Las gigantescas polvaredas marcianas

Unos granos caen sobre otros y activan el proceso que desencadena las tormentas. En comparación con la Tierra, en el planeta rojo la arena salta 100 veces más alto y 10 veces más rápido.

por Ángel Díaz - El planeta rojo acoge grandes tormentas de arena que, en más de una ocasión, han puesto en peligro a los robots que allí se encuetran buscando rastros de vida.

Pero, ¿cómo es posible que se produzcan estos fenómenos en un planeta sin apenas atmósfera? Un equipo internacional de científicos acaba de resolver el enigma, que se debe a una compleja concatenación de factores.

Simulando un túnel de viento en un ordenador, los investigadores han comparado las conocidas condiciones terrestres con la baja densidad y escasa gravedad que se dan en Marte. El resultado es que hace falta un viento 10 veces más intenso que en la Tierra para originar una tormenta de arena.

Pero una vez que se ha puesto en marcha el mecanismo, los granos saltan unos sobre otros con más ímpetu –100 veces más alto y 10 veces más rápido– y provocan que el desplazamiento sea mayor y más prolongado.

Así se explica que se hayan detectado, aunque ocasionalmente, grandes movimientos de dunas y tormentas de polvo en Marte. La capacidad de los granos de arena para caer unos sobre otros e iniciar movimientos o tormentas se define en geología como 'saltación'.

Lo que han descubierto los investigadores, liderados por el brasileño Maurilio Almeida, de la Universidad Federal de Ceará, es que la 'saltación' marciana es "gigantesca" en comparación con la terrestre.

Los vientos, una vez que se han desencadenado, actúan con total libertad sobre la leve atmósfera del planeta rojo, y los granos de arena empujan unos a otros durante mucho más tiempo en ausencia de una gravedad mayor que los haga detenerse, como sucede en la Tierra.

Las conclusiones han sido publicadas en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Sus autores confían en que el trabajo explique los grandes movimientos de arena detectados recientemente en Meridiani Planum.

Fuente: El Mundo. Aportado por d j b