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11/Sep/08



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Cometas disfrazados de asteroides

Un asteroide que cruzaba el Sistema Solar hace seis años sólo parecía otro barco silencioso navegando en la eterna oscuridad, hasta que se encendió con el sorprendente brillo del halo de un cometa

Exactamente así, la roca espacial conocida como NEO 2001 OG108 fue reclasificada como C/2001 OG108 en 2002, de asteroide a cometa. Los científicos ahora sospechan que del 5% al 10% de otros objetos cercanos a la Tierra (NEO) podrían ser también cometas ocultos en el disfraz de asteroides.

Esta fotografía del Cometa West, uno de los cometas más grandes de todos los tiempos, fue tomada por el astrónomo aficionado John Laborde. La fotografía muestra las dos colas distintas. La delgada cola azul de iones está formada por gases, mientras que la blanca y ancha está formada por diminutas partículas de polvo.

"Es la primera verdadera evidencia que tenemos de objetos que parecen asteroides pero son cometas, en la población NEO", dijo Paul Abell, científico planetario en el Instituto de Ciencia Planetaria que está ubicado en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston. Ahora conduce un estudio financiado por la NASA para averiguar qué es qué.

Los archivos de astronomía

Distinguir los cometas de los asteroides interesa a más personas que sólo a las quisquillosas. Conocer la composición de los NEO es crucial para prevenir posibles colisiones con la Tierra, especialmente cuando una colección de cometas explotando en la atmósfera puede tener consecuencias mucho más mortales que un asteroide. Descubrir qué materiales hay en cometas y asteroides también provee pistas sobre la evolución temprana del Sistema Solar.

La investigación de Abell puede incluso revelar futuros objetivos de investigación para las naves espaciales, como las misiones Deep Impact y Stardust. Está trabajando con Faith Vilas, directora del Observatorio del telescopio de espejo múltiple en Mount Hopkins, Arizona, para probar e identificar objetos sospechosos para asegurarse si son cometas o asteroides.

Los objetos más misteriosos no revelan sus secretos fácilmente. Los lejanos cuerpos de cometas parecen sucias bolas de nieve que carecen de halo o "coma" que obtienen cuando se acercan al calor del Sol. Por consiguiente, tales objetos pueden parecer "más negros que el carbón" en los telescopios, porque sólo reflejan un 3% de la luz que reciben, dijo Abell a SPACE.com.

Delatando a los culpables

Esta imagen del asteroide 243 Ida
es un mosaico de cinco imágenes
tomadas por el sistema de estado sólido
de obtención de imágenes de la sonda Galileo
a una distancia de 3.057 a 3.821 kilómetros
(1.900 a 2.375 millas) el 28 de agosto de 1993,
más o menos 3 1/2 minutos antes de que la sonda
hiciera su máximo acercamiento al asteroide.

El ex-NEO 2001 OG108 se acercó a nosotros a una distancia como la órbita de Marte antes de adquirir su coma, y mantuvo a los astrónomos en suspenso hasta entonces. Otro objeto que continúa despertando controversias es 3200 Phaethon, un asteroide sospechoso que algunos observadores creen ser la cáscara de un cometa quemado.

La incertidumbre va hasta el corazón de la evolución de los cometas. Los científicos discuten sobre si algunos cometas simplemente pierden su nube circundante de polvo y gas, o forman conchas endurecidas para contener el material helado que forma los cometas.

Hasta ahora, Abell ha puesto sus miras sobre tres culpables de ser cometas en la multitud de rocas espaciales. Las instalaciones del telescopio infrarrojo de la NASA en Mauna Kea, Hawai, permiten a su grupo ver la composición química de diferentes objetos, e incluso encontrar las únicas huellas digitales de los cometas dependiendo de sus orígenes.

Más y más extraño

Por ejemplo, algunos cometas vienen del Cinturón de Kuiper, una nube helada con forma de disco más allá de la órbita de Neptuno. Otros cometas que pasan, como el Cometa Halley, arrancan mucho más allá, en la Nube de Oort, que está más allá de la órbita de Plutón, a 1.000 veces la distancia desde el Sol hasta el Cinturón de Kuiper.

"Hay algunas señales de que puede haber diferencias espectrales entre las cosas que vienen desde la Nube de Oort y las cosas que vienen desde el Cinturón de Kuiper", señaló Abell.

El sondeo debe continuar mucho tiempo después de analizar apenas tres objetos, dijo Abell, pero así funciona la ciencia. Uno obtiene un resultado, y entonces puede empezar a hacer mejores preguntas.

Fuente: Space. Aportado por Graciela Lorenzo Tillard

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Artículo original (inglés)

            

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