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Limitando las órbitas del Planeta X y de Némesis
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Si el Planeta X estuviera allí afuera, ¿dónde estaría? Esta pregunta planteada por un investigador italiano resultó ser mucho más comprometida que lo que uno
pensaría
En contra de toda la estupidez con respecto al 2012 en la Internet, esta investigación está en realidad basada en una pequeña cosa llamada ciencia. Al
analizar la presesión orbital de todos los planetas interiores del Sistema Solar, el investigador pudo forzar la distancia mínima a un objeto hipotético, desde la
masa de Marte hasta la del Sol, que podría estar ubicado en el Sistema Solar.
Concepto artístico de la estrella hipotética, Némesis.
Como sabe la mayor parte de la comunidad astronómica, los dos proveedores del juicio final (el Planeta X y el gemelo malvado del Sol, Némesis) sólo existen
en la imaginación súper activa de algunos individuos mal informados, no en la realidad...
El Planeta X y Némesis son objetos hipotéticos con mayor base en profecías antiguas y teorías del juicio final, basadas a su vez sobre una seudo-ciencia. Éste
podría ser el caso, pero el Planeta X viene de orígenes mucho más sensatos.
El nombre "Planeta X" fue acuñado, en realidad, por Percival Lowell a principios del siglo XX, cuando predijo que podría haber un enorme planeta más allá de la
órbita de Neptuno. Luego, en 1930, Clyde Tombaugh pareció confirmar la teoría de Lowell; había sido descubierto un planeta y de inmediato lo llamaron
Plutón. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, lentamente se hizo evidente que Plutón no era lo bastante grande para explicar las observaciones
originales de perturbaciones en la órbita de Urano (razón para el pronóstico de Lowell de un Planeta X en primer lugar). En los '70 y los '80, las modernas
técnicas de observación demostraron que las perturbaciones originales en la órbita de Urano eran errores de medición y no estaban causadas por un
cuerpo planetario masivo. La búsqueda de un Planeta X prácticamente terminó con el descubrimiento de Plutón en 1930, pero nunca sobrevivió a su promesa
como un masivo cuerpo planetario (a pesar de lo que dicen las lamentablemente erróneas teorías del juicio).
Ahora un investigador italiano ha publicado los resultados de un estudio que examina la dinámica orbital de los planetas interiores del Sistema Solar, y la
relaciona con la influencia gravitatoria de un gran cuerpo planetario que gira alrededor del Sol desde lejos.
Para acortar la historia, si un cuerpo planetario grande o un pequeño hermano binario del Sol estuvieran cerca de nosotros, notaríamos su influencia gravitatoria
en la dinámica orbital de los planetas. Puede haber algunas señales indirectas de que un pequeño cuerpo planetario podría estar tomando forma en el
Cinturón de Kuiper, y que un
hermano binario del Sol podría estar agitando la Nube de
Oort cada 25 millones de años o algo así (relacionada con las extinciones masivas cíclicas en la historia, posiblemente causadas por impactos
cometarios en la Tierra), pero una dura prueba astronómica tiene que ser encontrada.
Lorenzo Iorio, del Instituto Nacional de Física Nuclear en Pisa (Italia), ha tomado los datos orbitales de muchos años de precisas observaciones y los usó en sus
cálculos para pronosticar la distancia más cercana posible en la que un planeta grande podía orbitar si estuviera allí.
Resulta que todos los planetas con la masa de Marte o superior ya han sido descubiertos dentro del Sistema Solar. Iorio computa que la mínima distancia posible
en la que un objeto de la masa de Marte, de la Tierra, de Júpiter y del Sol puede orbitar alrededor del Sol es de 62 UA, 430 UA, 886 UA y 8995 UA
respectivamente. Para ponerlo en perspectiva, Plutón gira alrededor del sol a una distancia media de 39 UA.
De modo que si usáramos un poco nuestra imaginación, podíamos decir que un Planeta X de tamaño suficiente podía estar patrullando una lenta órbita en algún
lugar más allá de Plutón. Pero hay un problema adicional para los teóricos de la conspiración del Planeta X. Si hubiera un objeto del tamaño suficiente (y por
"suficiente" quiere decir con la masa de Plutón, para ser generosos), de acuerdo con una publicación de 2004 de David Jewitt, del Instituto para Astronomía,
University of Hawaii, le habríamos observado ya si orbitara dentro de las 320 UA del Sol.
De repente, la sugerencia de que el Planeta X hará una aparición en 2012, y la loca idea de que cualquier cosa más grande que Plutón esté a 75 UA,
parece absurda. Lo sentimos, entre nosotros y algunos cientos de UA de distancia, sólo estamos nosotros, los planetas conocidos y un montón de
asteroides (y quizás el raro plutino) como compañía.
Fuente: Universe Today. Aportado por Graciela Lorenzo Tillard
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Más información:
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Artículo original (inglés)
2012: El Planeta X no es Nibiru
La estrella vagabunda y su planeta
Némesis, monstruo estelar
¿Hay un planeta X?
Científicos argentinos aportan pistas sobre un décimo planeta
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