«Inception» («El origen»): la película tiene un presupuesto de 200 millones de dólares

Con el presupuesto que se dice que manejará Christopher Nolan para su película Inception («El origen») ésta ha dejado de ser una superproducción para convertirse en una «gran» superproducción

Warner Bros está dispuesta a gastar 200 millones de dólares para convertir la cinta en una realidad, y eso sin tener en cuenta gastos de promoción, lo que puede suponer un agregado de hasta 100 millones, o más.

Las cifras que se rumorean la convertirían en una de las películas más caras de la historia, dentro del top 15; sin ir más lejos, su presupuesto sería mayor que el de El Caballero Oscuro, por ejemplo…

Hace dos meses se informaba que ‘Tr2n‘ podría convertirse en la película más cara de la historia, contando con cerca de 300 millones de dólares de presupuesto.

Es indudable que los gastos derivados de la realización de cualquier superproducción decente «made in Hollywood» se han disparado considerablemente, pero a extremos que resultan un tanto peliagudos.

Sin ir más lejos, los 200 millones de Inception rivalizarían con los 229, de Waterworld, o los 247 de Titanic, dos producciones calificadas como «catastróficas» antes de su estreno a mediados de los 90.

Una arrasó como nunca en taquilla, cierto, aunque no deja de ser un caso único, pero la otra aun haciendo una taquilla a nivel mundial bastante decente nunca se ha podido quitar de encima el sello del fracaso.

Warner Bros. debe tener mucha confianza tanto en el proyecto como en el nombre de Nolan, ya que para empezar a dar ganancia el film tendría que recaudar unos 350 millones de dólares en todo el mundo, más o menos.

Una inversión arriesgada que, por otro lado, no es tan escandalosa si consideramos que producciones recientes como Terminator Salvation o Transformers: La Venganza de los Caídos se dice que cuentan con presupuestos cercanos, o incluso superiores, a los esos mismos 200 millones, si en verdad no es algo más. Hollywood está loco…

Fuente: El Séptimo Arte. Aportado por Eduardo J. Carletti

Más información: