Escuchando la música del cerebro

¿A qué se parece el sonido de un cerebro humano? Ahora usted puede saberlo gracias a una técnica para convertir su actividad en música. Escuchar los escaneos también puede aportar nuevas ideas sobre las diferencias y semejanzas entre los cerebros normales y disfuncionales

Los escaneos cerebrales que se crean usando resonancia magnética funcional consisten en una serie de imágenes en las que las diferentes áreas se iluminan con distinta intensidad en diferentes momentos. Esto se puede utilizarse para determinar qué partes del cerebro están activas durante una tarea en particular.

Para convertir estos escaneos en música, el filósofo Dan Lloyd del Trinity College en Hartford, Connecticut, identificó las regiones que se activan en conjunto y les asignó a cada uno de estos grupos un tono diferente. A continuación, creó un software que analiza una serie de escaneos y genera las notas cuando se iluminan las correspondientes áreas del cerebro. Cada nota se reproduce a un volumen que corresponde a la intensidad de la actividad.

Cuando Lloyd alimentó el software con un conjunto de imágenes escaneadas de su propio cerebro, tomadas cuando él pasaba de la conducción de un coche en la realidad virtual al descanso, encontró que podía detectar la transición en los sonidos.

Lloyd alimentó el software con escaneos tomado de voluntarios con demencia y esquizofrenia, y de voluntarios sanos. Los cerebros de las personas con esquizofrenia conmutaban entre alta y baja actividad de manera irregular en mayor proporción que un cerebro sano, permitiendo distinguir entre los dos tipos de cerebro sólo por el sonido.

Si bien esta diferencia también se ve con claridad en las imágenes, Vince Calhoun, de la Universidad de Nuevo México en Albuquerque y colaborador de Lloyd, dice que hay variaciones en la música de las personas con esquizofrenia que no son evidentes visualmente. «Esto suena casi como que hay más gorjeos de fondo», dice.

Él sugiere que estos «ritmos y cadencias inestables» pueden ser un indicio de una disfunción en el cerebro. Lloyd también identificó sonidos y ritmos en los cerebros de las personas con demencia que los distingue de los voluntarios sanos.

¿Podría ser útil identificar estas diferencias audibles? Daniel Levitin, un neurocientífico en la Universidad de McGill en Montreal, Canadá, piensa que sí.

Él dice que una aplicación de la música del cerebro podría ser permitirles a los investigadores que se centren en patrones sonoros que indiquen que una región es particular es interesante, en aquellos casos en que no serían detectables mediante el ojo. Ellos podrían analizar luego más detalladamente estas regiones mediante técnicas convencionales de proceso de imagen.

Su colega Didier Grandjean, de la Universidad de Ginebra en Suiza, dice que la música del cerebro podría ayudar a identificar patrones temporales particulares.
«Las melodías son una manera mucho mejor para construir representaciones mentales complejas a lo largo del tiempo que lo que puede hacer el ojo», dice.

Lloyd también está dispuesto a explorar los aspectos estéticos de la música del cerebro. «No es como los sonidos compuestos pero tampoco es algo aleatorio, es casi música». Mis alumnos lo están poniendo en sus listas de reproducción».

Fuente: New Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti

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